¡Viva México!
Lic. Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, 11 julio - Las elecciones generales efectuadas en México, donde resultó ganador el candidato a la presidencia Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN), fueron catalogadas de organizadas y transparentes por los observadores, con lo cual el país azteca
brindó una muestra de madurez y avance hacia un futuro promisorio para su pueblo.
Estos comicios, que concluyeron un largo período de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), extendido por 71 años, se agregan a una serie de logros obtenidos en la década del noventa, como fueron en lo económico la creación del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLC) junto a Estados Unidos y Canadá, y los acuerdos integracionistas de libre comercio con la Unión Europea y otras áreas y países; sin olvidar el ingreso a la prestigiosa Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCD), evidentes e indudables reconocimientos internacionales a la solidez, estabilidad y credibilidad alcanzadas por México.
Incluso, las serias dificultades económicas afrontadas en el período también demostraron su tenacidad y voluntad de seguir adelante. La llamada "Crisis del Tequila", a pesar de su complejidad, fue superada y, si bien coadyuvó a ello la colaboración
externa, en particular la de su vecino del Norte, el factor fundamental fue la determinación de su pueblo y gobierno.
En el terreno político, las ganancias son apreciables. El pluralismo y la democracia han progresado notablemente en los últimos años. Corrientes alternativas han ido ocupando espacio, y en el propio PRI ha progresado una nueva mentalidad, más acorde con los nuevos
tiempos. En esta transformación desempeñó un papel relevante el presidente saliente, Lic. Ernesto Zedillo.
Por supuesto, aunque México ha avanzado, en el futuro tendrá que vencer múltiples retos para poder insertarse mejor en un mundo más complejo, signado por una inevitable globalización. La pobreza aún existente en extensas capas de su población, así
como la necesidad de que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de participar en el actual proceso renovador, son tareas prioritarias que, junto al combate de las drogas y la corrupción, deberá afrontar la nueva administración.
Sin embargo, teniendo en consideración las positivas tendencias actuales, resulta incontrovertible que la sociedad mexicana está preparada para proseguir la obra de perfeccionamiento democrático y desarrollo económico, lo cual incidirá ineluctablemente en la
solución de los problemas y el incremento del nivel de vida y felicidad de su ciudadanía.
Para América en su conjunto, y en particular el surcontinente, los éxitos de México son de suma importancia. Por su población, extensión territorial, potencial económico y peso político, constituye un país clave en los destinos de la región.
Así fue en el pasado y de manera más significativa podría serlo en el futuro.
Para los cubanos, sumidos en la peor crisis de la historia de la nación, los triunfos del pueblo mexicano, al que estamos ligados por singulares lazos de sangre, cultura e historia, son como propios. Por ello, este avance de la hermana república azteca nos inspira y alienta en
nuestros esfuerzos por lograr construir una sociedad democrática, donde los ciudadanos, sin discriminación alguna, puedan labrar un destino propio con libertad.
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