¿Bandido o mambí?
Néstor E. Baguer, APIC
LA HABANA , marzo - Dicen que la historia la hacen quienes la escriben, ya que sobre un mismo hecho hay tantas versiones como historiadores, pero, y sobre todo, la realidad es que la historia la escriben los victoriosos. Tenemos el ejemplo de romanos y cartagineses: los romanos triunfaron en las
Guerras Púnicas, y por eso conocemos la expresión "fe púnica", sinónimo de alevosía o doblez. Mas, de haber triunfado los cartagineses, entonces sería "fe romana". Por lo que para conocer la realidad de un hecho histórico debemos
consultar varias fuentes hasta encontrar la verdad. Sobre todo nosotros los cubanos, los de aquí y los de allá, tenemos que estudiar muchas historias para alcanzar a distinguir entre lo verdadero y la propaganda.
Esta disgresión proviene de un personaje que conocí cuando tenía yo 14 años, y leí un libro titulado "Manuel García, el Rey de los campos de Cuba", donde narraban las hazañas de quien era conocido como el mayor bandido de Cuba, que
descarrilaba trenes, secuestraba ricos españoles y repartía dinero entre los guajiros pobres. Manuel García era un dolor de cabeza para las autoridades españolas, pues por más que cientos de guardias civiles lo perseguían, nunca pudieron capturarlo, a pesar
de operar en zonas como la Habana, Matanzas y Las Villas, donde más control tenía el gobierno colonial.
Pero ahora, en ocasión de celebrarse otro aniversario de la gloriosa fecha del 24 de febrero, una noticia ha causado sensación: Manuel García, el famoso Rey de los Campos de Cuba, irá a reposar en una urna situada en un monumento en el cementerio de Ceiba Mocha, lugar
donde fue asesinado por dos fascinerosos al servicio de España, y donde guajiros amigos lo habían sepultado en una pequeña finca de la localidad.
Debo confesar, a fuer de sincero, que al leer el libro sentí gran simpatía por Manuel García, pues lo veía como una versión criolla de Robin Hood, el famosísimo bandido inglés que terminó como protegido de Ricardo Plantagenet, más
conocido como Corazón de León, uno de los grandes monarcas ingleses.
Hecho el prólogo, pasemos a la verdad histórica que acaba de ser descubierta después de año. Manuel García será inhumado en el cementerio de Ceiba Mocha con los honores militares correspondientes a un comandante del Ejército Mambí, junto
con su Estrella de Oro, que es su rango, y que se le había concedido por servicios a la patria.
Se mencionaba que José Martí se había negado una vez a recibir un dinero enviado por Manuel García, diciendo que no era dinero limpio. Pero se ha comprobado que muchos fusiles y otras armas se compraron gracias al dinero enviado por Manuel al exilio. Máximo Gómez,
un hombre conocido por su honradez, en un mensaje enviado a Las Villas, recomendaba utilizar los servicios de Manuel García y de sus hombres.
Personalmente conocí de joven a dos héroes de nuestra gesta independentista, cuyo honor está por encima de toda duda: Juan Gualberto Gómez, el amigo de Martí, y el Mayor General Charles Aguirre, "El León de La Habana", y ambos consideraban a
Manuel García como un gran combatiente por la libertad de Cuba. La palabra de estos dos hombres es para mí suficiente para admirar al Rey de los Campos de Cuba como un patriota, quien para desesperación del General español dislocaba el tráfico de ferrocarriles y
secuestraba a españoles ricos para donar ese dinero para comprar armas para el Ejército Mambí y para aliviar la miseria de nuestros guajiros.
A la corta o a la larga habrá siempre héroes que dejarán de serlo, en tanto que otros ocuparán ese lugar en el altar de la patria. Es que no hay nada como el tiempo para descubrir la verdad entre tantas mentiras que oímos o leímos.
Que repose en paz el Comandante Mambí Manuel García.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.
|