¿Funciona el Médico de la
Familia?
Amarilis Cortina Rey, Cuba-Verdad
LA HABANA, noviembre - El médico de la familia es uno de esos planes
que el régimen de Cuba ideó y ejecuta a base de gastar cuantiosos
recursos, por supuesto, producidos por los trabajadores. Pero, ¿funciona el
médico de la familia?
Numerosos cubanos opinan que no. Es frecuente el criterio de que los médicos
de la familia nunca están en sus consultorios. "Cuando no es un
curso de superación es que están para el hospital o si no
cualquier otra excusa", dijo un entrevistado al respecto.
Otros se quejan de que el médico de la familia los consultó y
les recetó cualquier medicamento "por salir del paso". Y todavía
hay quienes aseguran que cuando concurren a la consulta frecuentemente se les
dice: "Hoy no se trata a nadie porque van a pintar el local".
Según algunos, ocurre que en un área han habido hasta tres
consultorios del médico de la familia cerrados por diferentes motivos.
Ocurre entonces que a la farmacia correspondiente a dicha zona le suministran un
medicamento importante, por ejemplo, el nitropental, que es imprescindible en el
tratamiento de ciertas dolencias cardiacas, lo cual provoca que esos pacientes
den carreras de un lugar a otro en busca de un médico con firma
autorizada en esa farmacia para que les extienda la receta y así poder
comprar el nitropental que, dicho sea depaso, a veces pasan meses hasta que lo
vuelven a suministrar.
Otra escena muy frecuente es la de enfermos que tienen que inyectarse y se
les ve ampolleta en mano ir de consultorio en consultorio, fatigados, sudorosos,
hasta encontrar quien le ponga la inyección, porque en una de esas
instalaciones les dijeron que "no hay material estéril", en
otras "la enfermera no se encuentra" y no faltan en las que se
informa: "No hay agujas para inyectar".
Si de tomarse la tensión arterial se trata, -la presión como
dicen popularmente los cubanos- éste es otro asunto que entraña
dificultades a veces increíbles para los extranjeros, acostumbrados a que
haya equipos para ese propósito (que funcionan echándole unas
monedas) ubicados hasta en centros comerciales. Unas veces no hay efigmomanómetro
y las otras no hay quien lo haga funcionar. "¡Cuando no es Juana es la
hermana", dijo burlonamente una viejecita hipertensa, que frecuentemente
sufre ese martirio.
Cuba es un país que prácticamente en cada esquina tiene uno de
esos consultorios, generalmente una edificación de dos pisos donde
residen el galeno y su enfermera. En la planta baja se halla la consulta. Muchos
de esos inmuebles, a pesar de haber sido construidos recientemente, ya están
visiblemente deteriorados debido a filtraciones causadas por las malísimas
técnicas de construcción, llamadas "prefabricado", así
como por el desvío de materiales que caracteriza a dichas obras.
En sentido general, los galenos cubanos tratan de hacer su mejor esfuerzo
pero, como todo cubano, ellos también tienen que dedicarse a "otros
negocios" para sobrevivir, pues los salarios que devengan no les alcanzan
ni para adquirir los alimentos básicos.
Por tanto, no es extraño que un doctor en medicina integral general,
o sea un médico de la familia, vestido con su bata blanca recorra casa
por casa la zona de sus pacientes para vender huevos, carne en conserva u otro
producto a fin de obtener alguna ganancia.
Si se tiene en cuanta la escasez de medicamentos, de materiales de curación,
de equipos de esterilización, de reactivos para pruebas de laboratorio,
de alimentos, de medios de transporte, de energía eléctrica, de
vestuario y calzado, de artículos de aseo personal, y otros que harían
interminable la cita pero que conforman la situación de crisis en la cual
trata de subsistir la sociedad cubana, entonces, se podrá comprender que
nuestros médicos de la familia y de otras especialidades son excelentes.
Lo que está grave, lo que no funciona es el sistema impuesto por los
comunistas. El mismo sistema que al establecer hospitales exclusivos para
extranjeros, como el Camilo Cienfuegos, ubicado en el Vedado habanero, donde
ellos pagan en dólares, de manera paradójica también
garantiza que desaparezcan la escasez que corroe a la nación cubana y el
maltrato que recibe en las instalaciones del Ministerio de Salud Pública
para uso de los nacionales.
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