La Botella
Manuel Vázquez Portal, Grupo Decoro
LA HABANA, septiembre - Si algo es famoso en Cuba es la botella. Aquí,
como en cualquier lugar, se le llama botella al frasco que contiene ya bebidas,
ya licores. Pero también se le llama botella a la sinecura que organismos
estatales otorgan a ciertos personajes que viven sin trabajar pero devengan un
salario como cualquier hombre honrado. Por otra parte, se le dice botella al
acto de viajar sin abonar costo alguno. Siendo así, botellero puede ser
aquél que fabrica botellas, aquél que vive de parásito, o
el que viaja sin pagar.
Viajar sin pagar, debido a la escasez de transporte público, se hizo
costumbre y necesidad. Es admirable cómo mujeres, niños, ancianos
trepan por las barandas de un camión, se apretujan en una carreta, se
amontonan en una rastra. En cualquier esquina puede verse a una muchacha de
cintura musical sacar levemente la rodilla, ladear coquetamente la cabeza y con
el dedo pulgar hacer la señal de "por favor, un aventoncito".
En las carreteras han aparecido lugares que llaman "de los amarillos"
-inspectores estatales que reciben este nombre debido al color de su uniforme-
donde las personas hacen cola, para viajar en lo primero que se detenga y
coincida con su destino.
El horario en que más botelleros pueden verse es entre cuatro y media
y seis de la tarde. Es el horario pico que le dicen. Salen de sus trabajos y de
sus escuelas cientos de personas que carecen de transporte propio. Se abarrotan
los taxis, los ómnibus se repletan, los camellos se desbordan, la gente
corre, se agita, se despellejan por llegar a su casa. Los más flemáticos
se deciden por la botella. Y es cuando en cualquier calle: Línea, Malecón,
Prado, Reina, Belascoaín, usted no ve más que pulgares surcando,
como saetas, el aire y diciendo: "Chofe, p'allalante".
Pero resulta, y esto no lo sabía, me enteré por medios muy
oficiales: la Mesa Redonda Informativa, que ha aparecido un nuevo tipo de
botellero. Y es aquél que, según las fuentes ya citadas, no paga
en los viajes que se preparan con rumbo a los Estados Unidos. Lo que son las
cosas. Yo no sabía que rumbo a Miami, y con todo el tráfico que
hay, el transporte público también se había puesto tan difícil.
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