Publicado el 7 de junio de 2001 en el
El Nuevo Herald
La difícil vida de las bibliotecas independientes
D. Gonzalez / New York Times. Santiago De Cuba
Entre los libros que Marcia Pérez Castillo mantiene en su biblioteca
circulante en su hogar se encuentra The Challenge of Liberty. El sitio donde se
encuentra subraya el tema mismo del libro, ya que ella lo tiene escondido en su
dormitorio. También tiene ocultos otros volúmenes similares sobre
democracia y dictadura, en una improvisada sección de libros raros,
empotrada en el techo y recubiertos todos con material plástico.
Pérez dirige una de las más de 60 bibliotecas independientes
que hay en Cuba, relativamente pequeñas colecciones de los más
variados temas, desde antiguos textos escolares y amarillentas ediciones de
libros de bolsillo, hasta revistas norteamericanas fotocopiadas, así como
panfletos disidentes. Ella y sus compañeros bibliotecarios se consideran
a sí mismos como parte de un movimiento mayor que aboga por la libertad
de expresión en un país donde el gobierno limita lo que la gente
lee y escribe.
Mantener libros disponibles para lectores ávidos de algo más
que lo que ofertan las bibliotecas estatales ha sido difícil. Los envíos,
especialmente de libros políticos procedentes de Europa y EU, son
confiscados, y algunas bibliotecas han estado bajo vigilancia o las autoridades
han efectuado registros en ellas.
Pérez recuerda cómo apenas creada su biblioteca, las
autoridades le confiscaron más de 200 libros, la mayoría de ellos
políticos. Los volúmenes se los había regalado una amiga
que se iba a vivir a Estados Unidos.
"Cuando mi amiga se iba a ir, la Seguridad del Estado la presionó
y le dijo que si no les entregaba los libros a ellos no la iban a dejar salir de
Cuba'', dijo ella. "La Seguridad del Estado vino y se los llevó
todos. A mí me dijeron que si no les entregaba los libros, me harían
un registro en la casa''.
Las bibliotecas funcionan con libros donados que llegan de Estados Unidos y
Europa, y con el apoyo de diplomáticos que les regalan revistas, periódicos
y libros políticos. Recientemente, un miembro del Parlamento europeo
sugirió brindarles más apoyo financiero, tal como hizo el senador
Jesse Helms, republicano por Carolina del Norte, que incluyó las
bibliotecas en la legislación encaminada a ayudar los grupos de derechos
humanos y disidentes.
Tal ayuda probablemente será recibida con escepticismo por parte del
gobierno cubano, que plantea que los disidentes y los defensores de los derechos
humanos son mercenarios pagados por los norteamericanos. Las autoridades cubanas
han calificado a algunas de las bibliotecas de centros de actividad
contrarrevolucionaria, y en algunos casos han detenido a los bibliotecarios para
interrogarlos.
La primera biblioteca independiente comenzó en Las Tunas, organizada
por un matrimonio que puso su colección particular al servicio del público
en 1998. Fueron motivados para ello por los comentarios hechos por Fidel Castro,
que en la Feria del Libro de ese año, dijo que en Cuba no había
libros prohibidos, solamente fondos limitados para las bibliotecas públicas.
Pero los que apoyan las bibliotecas dicen que su rápido crecimiento
es buena prueba de que las bibliotecas estatales no satisfacen las necesidades o
los intereses de los lectores, por lo menos de aquellos interesados en derechos
humanos y reformas democráticas.
"En Cuba, todas las escuelas y universidades tienen bibliotecas'', dijo
Ricardo González, que dirige una biblioteca independiente en La Habana. "La
Biblioteca Nacional de Cuba se puede comparar con cualquiera del Tercer Mundo.
Entonces, ¿por qué tienen tanto éxito esas humildes
bibliotecas? Porque allí usted puede leer con libertad. Puede escoger lo
que quiere leer''.
EU no ha confirmado aún la identidad del cadáver de
balsero
WILFREDO CANCIO ISLA El Nuevo Herald
Las autoridades estadounidenses dijeron ayer que aún no han podido
confirmar la identidad del cadáver hallado hace 12 días en las
inmediaciones de Cayo Hueso, el cual se cree sea el de un balsero cubano que
saltó al mar desde un escampavías para evitar la repatriación.
El grupo de investigadores del Condado de Monroe a cargo del caso, advirtió
que las señas del cadáver --un hispano negro-- coinciden en gran
medida con las de Fernando Díaz Morales, de 30 años, pero indicó
que necesitan todavía más pruebas de confirmación.
"Pensamos que puede ser él, pero no estamos totalmente seguros
de que sea así'', afirmó a El Nuevo Herald un agente investigador
que pidió anonimato.
Este lunes, el periódico oficial cubano Granma dio por hecho que el
cadáver recuperado el 27 de mayo era el de Díaz Morales, al
asegurar que "saltó del guardacostas (...) y horas después
fue encontrado su cuerpo sin vida''.
Las autoridades policiales de Monroe han solicitado al gobierno cubano las
huellas digitales y la historia clínica dental de Díaz Morales
para dar por concluido el proceso de identificación. La petición
se ha hecho a través de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, y
tomará varios días para que los documentos arriben a Cayo Hueso.
La fuente relató que el cadáver está en avanzado estado
de descomposición, con el rostro desfigurado, lo que ha dificultado la
pesquisa forense. Cuando fue encontrado, sólo estaba cubierto por un
pantalón corto.
"Al parecer [Díaz Morales] no tenía familiares en Miami,
sólo un conocido que ha ofrecido alguna información útil'',
señaló la fuente.
Una vez identificado, el cadáver será cremado para su
posterior envío a Cuba.
Según testimonios de otros cubanos que se encontraban junto a él
en el escampavías, Díaz Morales saltó al mar el 22 de mayo,
a unas dos millas de Dry Tortugas, pero su ausencia no fue advertida por los
guardacostas norteamericanos hasta que el grupo fue contado a su arribo a Cuba,
un día después.
A pesar de una intensa búsqueda --por aire y por mar-- en el área
de la huida, el fugitivo no apareció ni se halló rastro de él.
Cinco días después, un cadáver fue hallado flotando en
las cercanías de Cayo Hueso, a tres millas de la costa.
Exiliados visitan la isla como turistas
TANIA DIAZ CASTRO / CubaNet LA HABANA
No sé si lo que ocurre en Cuba ocurre en otro país del mundo:
cubanos nacidos y criados aquí vienen a hacer turismo en la Isla años
después de haber emigrado. Aún aquellos que marcharon no por
problemas políticos sólo visitan Cuba cuando obtienen la ciudadanía
norteamericana, por temor a las represalias de las autoridades del régimen.
Mi amigo Pepe vino por segunda vez a Cuba, donde se pasó varias
semanas. Alquiló por dólares una casa en la zona playera de
Guanabo, compró alimentos para él y toda su familia -la de aquí
y la de allá- en las tiendas recaudadoras de divisas, alquiló un
Jeep (por los baches de las calles) en dólares también y hasta
compró la gasolina en bolsa negra.
Por último, visitó Varadero por espacio de varios días
para recordar aquellos viejos tiempos, cuando de muchacho iba en una simple
guagua con otros amigos y amigas y se hospedaban por pocos pesos en una casa de
huéspedes. En Varadero, me contó Pepe, se sintió como un
turista millonario y andaba con una chapilla en su puño derecho para
poder transitar por toda la península de Hicacos sin ser molestado por la
policía.
"Vi a Cuba como la vio Cristóbal Colón al descubrirla. ¡Fascinante!'',
me dijo.
Disfrutó de cenas tradicionales con langosta y camarones, de
ingeniosos cocktails, de paseos en botes, expediciones...
"Pero me voy con tremendo dolor en el pecho al pensar que el trabajador
cubano no puede hacer lo mismo que yo'', agregó.
Sin embargo, Pepe no ha visto nada. Cuando se lo aseguré, me aclaró
que se fijó bien en las deprimentes instalaciones comerciales para los
cubanos de Cuba, que ofertan sus productos de pésima calidad en moneda
nacional. Vuelvo a decirle que no vio nada y me cuenta que visitó solares
en La Habana donde familias numerosas duermen bajo barbacoas apuntaladas, a
punto de caerse, que visitó el cabaret Tropicana y pudo darse cuenta de
que allí no había cubanos disfrutando del espectáculo, y
que hasta él mismo se sintió como un bicho raro.
Y yo, no sé por qué, lo comprendí bien. Porque nada de
lo que me dijo mi amigo Pepe me tomó por sorpresa. Ni siquiera que, para
venir a Cuba, utilizara sus ahorros del año como obrero textil en una
factoría de New Jersey.
LA ISLA
ROBO/ Fuentes de la disidencia interna reportaron el robo de más de
$2,000 de una caja fuerte del Capitolio Nacional. Se supo que varios "cacos'',
vestidos con uniformes de milicianos, penetraron a las oficinas del segundo piso
del Capitolio, donde radica la administración del edificio, y se llevaron
la cantidad mencionada, producto de la venta de boletos a los turistas que
acuden a visitar ese monumental edificio habanero. Hasta la fecha no se ha
detenido a los ladrones que, sin romper una ventana o forzar una puerta, se
llevaron "los verdes''.
EPIDEMIA/ Un nuevo brote epidémico se ha hecho presente en la capital
de la isla, sobre todo en las localidades de Guanabacoa y Alamar. María
Paredes, especialista del Ministerio de Salud Pública, indicó que
la diarrea, la meningitis y la bronquitis pulmonar son algunos de los cuadros clínicos
más comunes entre la población. En la localidad de Alamar, los médicos
de la familia han reportado más de 700 casos de diarrea entre estudiantes
del municipio, así como otros 237 casos de bronquitis pulmonar. "El
problema está en que no tenemos ni una aspirina para bajar la fiebre'',
dijo Manuela Alvarez, quien tiene ingresado a su nieto, Mario Alcántara,
por trastornos pulmonares.
VARELA/ Miembros del Partido Pro Derechos Humanos de Puerto Padre fueron
reprimidos por la policía política mientras organizaban una
actividad en favor del Proyecto Varela, que pretende recoger diez mil firmas
para convocar un referéndum nacional. Los disidentes estaban recogiendo
firmas junto al malecón citadino cuando dos patrullas de la policía
se hicieron presentes y desalojaron a la concurrencia. Los disidentes realizan
periódicamente actividades patrióticas en el área del malecón.
ABUSO/ El menor Manuel Ibargoyen, de 12 años de edad, fue golpeado y
multado por la policía por el delito de "hablar mal de la Revolución''.
El jovencito había repetido entre sus colegas de la secundaria básica
Burgos Palma, de esta ciudad, que "deseaba irse para Miami, para la Yuma'',
donde residen varios familiares. Cuando el adolescente señaló que "Elián
era muy bobo'', un policía, vestido de civil, lo atacó y lo golpeó
en la cara. Después fue citada su abuela Justina Mederos a la estación
de policía del reparto José Martí, donde le pusieron una
multa de 500 pesos por "desorden público''.
AMENAZAN/ El disidente Pedro Cabello, del Partido Pro Derechos Humanos, fue
golpeado por varios miembros de los Comités de Defensa de la Revolución
de su cuadra, en San Luis, cuando se dirigía a la terminal de ómnibus
de la localidad. Cabello es un activista de los derechos humanos que ya ha
recibido amenazas de la policía. Después de la golpiza -que llevó
al opositor a un policlínico- Pedro Cabello señaló a la
prensa independiente que "la labor de los que deseamos una Cuba democrática
no la paran ni diez golpizas de los comunistas''.
PESCADORES/ Más de 200 pescadores de Caibarién, en el norte de
la isla, están desilusionados por la falta de atención del
gobierno. Se encuentran sin equipos de pesca y posibilidades de arreglar sus
barcos. En una carta dirigida al Poder Popular del municipio, los pescadores
reclaman que "no podemos mantener a nuestras familias. No nos alcanza lo
que ganamos en la pesca. Ustedes nos pagan en pesos y venden los productos en dólares''.
ROBOS/ Trabajadores de la empresa de productos deportivos están
acusados de robar los artículos que producen para luego venderlos en el
mercado negro. Los 152 obreros de la entidad están bajo la mirada de la
fiscalía del municipio Cerro, donde radica la fábrica. "Es
una manera de resolver los problemas'', indicó Evaristo Mendoza, un
trabajador que lleva más de 35 años en la empresa. "Nosotros
sabemos que la industria vende en el exterior los productos y esos dólares
no van a nuestros bolsillos'', indicó Mendoza a la prensa independiente.
Carta de Cuba
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