Cronicando
la dispersión
Miguel Angel Ponce de León, Grupo Decoro
LA HABANA, marzo - Cené bien. Hígado de res encebollado, arroz
blanco y ensalada de tomates, lechuga y pepino. Eso fue a las 12 de la noche.
Hubiera preferido un pescado de carne blanca. ¡Oh!, aquellas chernas y
pargos frescos de mi niñez ¿dónde estarán ahora?
He perdido estas tres horas, pues son las 3 y 35 de la madrugada, dibujando
con lápiz de plomo sobre papel blanco bond sexos y más sexos. Por
cierto son buenos los dibujos. Pero la clase dirigente cultural cubana es muy
pacata aún y si de sexos masculinos se trata ponen al unísono el
grito en el cielo ¿? Eso no significa que muchos cubanos lleguen cargados
de pornografía que luego disfrutan con sus amigos, no con sus esposas, en
sus respectivos equipos de vídeo, en sus hogares. Bastante mal material,
en el noventa y nueve coma noventa y nueve por ciento. Ya ellas, que
generalmente son más hábiles que ellos, las encontrarán y
disfrutarán solas. ¿Los dibujos? Los destruí. Como hago
siempre.
Ahora, mientras les escribo esta crónica dispersa, estoy sentado y
rodeado de "mouses" no cibernéticos por doquier. Se han tornado
tan osados que suben hasta la mesa y me miran con sus ojillos penetrantes y
saltones. Se quejan del espacio que les estoy robando. Pero... si hubiera veneno
para ellos, cometería un asesinato múltiple de proporciones
enormes. Desgraciadamente no hay ni ratoneras entre los merolicos que cada vez
son más atosigados por las autoridades policiales.
Los ratoncillos me preocupan, pero más me interesan los dolores de
espalda que no me dejan ni dormir ni caminar y en Cuba no hay calmantes en pesos
cubanos para ellos. He sobrevivido casi un mes con Ibuprofen que Víctor
Ameijeiras me ha dado del que recibió como donación de Alina
Brower. También Ibuprofen de 400 mg. que la Iglesia le ha regalado a una
amiga que es crítica de arte y escribe para la revista Espacios. Pero ya
se me acabó. ¡Jódete, Ponce! Ahora pídelo a tus
amistades en España y espera abril a que éstas lleguen y aguanta
tus dolorcitos.
Pero señores, ¿ustedes sienten la realidad diferente cuando
tienen dolores? Por lo tanto, éstos la cambian a través de nuestra
conciencia. Para mí La Habana con dolores es peor que Ougadougou, si es
que ésta no sólo existe en la realidad virtual. ¿Qué
me importan, teniendo estos dolores, las visitas y extrema comprensión
recíproca entre el canciller cubano y el señor Khatami? ¡Buena
ficha! Pregúntenle a las mujeres cultas de su país. ¡Quizás
deberíamos recomendar el "shador" a nuestras dirigentes
femeninas de ahora en adelante. No perderíamos gran cosa.
¿Qué me concierne Kim Jong Il fabricando cohetes y sin comida y
medicinas para su pueblo?, pero gracias a Dios parece que entre ambas Coreas van
disminuyendo las tensiones. Ojalá desaparezcan los apellidos Kim de ambos
tronos.
Ustedes pueden apreciar cómo yo, un simple mortal encerrado en una
casona donde viven delincuentes patrocinados por la PNR (Policía Nacional
Revolucionaria) se vuelve indiferente ante la realidad política, ante un
simple dolor continuado. Pero eso explica cómo la mayoría de la
juventud cubana quiere ponerle punto final a la doble moral, falta de información,
represión, falta de alimentación y medicación adecuada a
través de la vía más fácil: irse del país.
Hasta el más gritón si le dan un chance y conoce que la mano larga
y cruel no le hará daño no volverá al paraíso de los
trabajadores hasta que no se sienta seguro. Vendrá sólo a ayudar a
sus familiares y pavonearse un poco ante sus amigos. Son cuarenta y dos años
de dolor sin un calmante. Cada vez que les hacen una nueva promesa se aumenta el
dolor de esos jóvenes sin sueños.
A esta hora de la madrugada estoy, además de haciéndole esta
pequeña descarga a ustedes, viendo una horrible revista norteamericana
llamada Musclemac que entre los fisicoculturistas cubanos tiene mucha demanda.
Ojalá que no entren tantas hormonas y productos artificiales, pues en uno
de los artículos leí sobre la desaparición de los testículos,
elementos importantísimos en la cultura y el machismo cubanos. Ejemplo:
Cuando un pueblo enérgico y 'viril' llora, la injusticia tiembla. Bello ¿verdad?
Pero lo de viril sobra ¿no?
También estoy compartiendo mi parte lúdica con un libro de
Saramago: El año de la muerte de Ricardo Reis, heterónimo del
inmenso Pessoa -persona- y otro un thriller de P.D. James llamado Hijos de
hombres. No me puedo quejar si consigo Ibuprofen. Quizás mañana
vaya a ver al cardenal a ver si a través de Caritas lo puedo conseguir. ¿Será
comprensible conmigo? ¿Por qué no?, si Eusebio Leal, aparentemente,
lo ha sido.
Bueno, queridos lectores, quiero acabar esta crónica más que
dispersa diciendo que estoy harto de ver las mismas caras por TV durante toda mi
vida, de vivir en la misma casa 32 años y de que a pesar de no ser tan
joven yo creo que ellos son más realistas al irse lo más pronto
posible de esta Isla de un día después. De soportar un sistema político
basado en promesas y futuros que nunca llegan, como si el hombre fuera inmortal.
Incluso estoy harto de que me digan que los norteamericanos son nuestros
enemigos irreconciliables. Quizás el final sea en que resulten ser los
mejores amigos de este país en una Cuba post Castro.
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