Las entidades aplauden el documento, pero subrayan que lo importante es
que se cumpla. El Consell de la Joventut pide una comisión específica
en las Cortes Valencianas
Alfons Garcia, Valencia.
Levante Digital
El Pla Jove, aprobado el pasado miércoles por el consejo rector del
IVAJ, contiene más de medio millar de actuaciones concretas para el período
2002-2005 que afectan a todos los departamentos autonómicos. El proyecto,
auspiciado por Rafael Blasco tras entrar en la Conselleria de Bienestar Social
después de que el elaborado en 1996 quedara sin aplicar, es una
reivindicación histórica del Consell de la Joventut de la
Comunitat Valenciana (CJCV). Preparado por el IVAJ con la participación
del citado órgano como interlocutor, recoge iniciativas que pueden
encuadrarse en esas «políticas sociales avanzadas» que tan a
menudo cita el conseller en sus alocuciones públicas. Muchas de ellas
suponen una entrada evidente en el campo político tradicional de la
izquierda.
Entre ellas, las más notorias son tal vez las que giran en torno a la
sexualidad y que, como ya ocurrió con la ley de parejas de hecho, se
alejan de los planteamientos de la jerarquía eclesiástica. El plan
prevé, por ejemplo, la creación de contenidos formativos para
profesores sobre homosexualidad y transexualidad o el desarrollo de una campaña
contra la homofobia. También asume la implantación de cursos de
formación ocupacional para la inserción de jóvenes
transexuales.
El proyecto se refiere asimismo al fortalecimiento de los programas de
estudios en el extranjero y se marca como una actuación concreta «favorecer
el intercambio de estudiantes con Cuba», país cargado de referencias
en el imaginario colectivo de la izquierda y con el que el actual Gobierno español
(también del PP) ha tenido más de un roce diplomático.
El plan incide especialmente en las cuestiones de empleo y vivienda, las más
acuciantes, según las entidades juveniles, para la emancipación de
los menores de 30 años. Se propone, por ejemplo, el abaratamiento del
precio de la vivienda mediante medidas intervencionistas como la obtención
y gestión del patrimonio del suelo. Anuncia ayudas para promotores que
edifiquen pisos de alquiler y la construcción de viviendas de 40 metros
cuadrados útiles con espacios comunes para universitarios y jóvenes
en general. Habla igualmente de la apertura de una oficina que gestione una
bolsa de inmuebles en alquiler para jóvenes.
En el campo del empleo, el documento -que no se olvida de incluir la promoción
del valenciano como objetivo transversal-, recoge un observatorio ocupacional
donde se acumule toda la información de oferta y demanda de empleo para jóvenes.
La mayoría de entidades juveniles han acogido favorablemente el
proyecto, aunque no dejan de recordar lo ocurrido con el plan de 1996, que nunca
llegó a ser puesto en práctica. El CJCV ha hecho un llamamiento al
Consell para que «vele por el fiel cumplimiento del plan». Pide, además,
mecanismos de seguimiento, como una comisión de Juventud en el Parlamento
valenciano.
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