Con poca caña
y sin concretar acciones la próxima zafra fracasará
Víctor Rolando Arroyo, UPECI / CubaNet
PINAR DEL RIO, octubre - Cuando se acerca el inicio de la zafra azucarera
2001-2002 salen a la luz pública contradicciones que indican que el
Ministerio del Azúcar fracasará nuevamente por falta de caña
y por otras deficiencias que no ha podido superar en décadas.
El ministro del ramo, Ulises Rosales del Toro, admitió recientemente
que los eslabones más débiles de la cadena productiva son los
trabajadores y las entidades agrícolas. Además, el titular se
lamentó de que años atrás no se hizo lo necesario para que
las plantaciones no perdieran su vitalidad. Por último, Rosales dijo que
abundan los acuerdos, pero no se aplican sistemáticamente.
El fracaso de la industria azucarera es de tal magnitud que algunos
analistas oficiales han criticado tímidamente la crisis.
En el sector agrícola cañero hay más de 17 mil
profesionales. De ellos, 4 mil son ingenieros agrónomos, y alrededor de
mil están vinculados directamente a la atención de los campos de
caña.
Pero la política salarial de las entidades agrícolas del
Estado frena la producción, pues las ganancias sólo se distribuyen
al finalizar la zafra y la cuantía de ésta no estimula a los
trabajadores a esforzarse en sus faenas.
Por otro lado, los funcionarios del ramo -supuestamente la columna vertebral
de la actividad organizativa- no tienen vocación ni responsabilidad.
Estudios recientes revelaron que los dirigentes cañeros aprovechan menos
del 20 por ciento de su horario laboral.
A esto se suma el robo. De patético se puede considerar el llamado
del ministro Rosales para que los funcionarios administrativos cesen de desviar
recursos destinados al cultivo de la caña.
Al enumerar estas calamidades se puede comprender por qué en cada
caballería sembrada de caña faltan decenas de miles de plantones,
y por qué más del 35 por ciento de las entidades agrícolas
del sector reportan rendimientos inferiores a las 30 mil arrobas por caballería.
Estas son las causas por las que más de 50 ingenios azucareros estén
fuera de servicio hace años. Estas son las causas por las que más
de 50 centrales muelen y producen por debajo de sus capacidades técnicas.
Otro factor que perjudica a la industria azucarera es el método de
ordeno y mando, por el cual el jefe quiere controlar todo lo relacionado con la
producción.
También afecta la pésima alimentación que reciben los
trabajadores del sector azucarero, así como los problemas de vivienda y
de medios de trabajo que obstaculizan su labor.
Por último, la miopía del Estado impide la solución de
la crisis, porque insiste en aplicar fórmulas idealistas, las mismas que
durante décadas han conducido al fracaso, y en dirigir la industria
azucarera.
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