Pan con
truco
Manuel Vázquez Portal, Grupo Decoro / CubaNet
LA HABANA, septiembre - Muchas veces he usado la expresión "pan
con truco". Pero no creo que se tenga una idea totalmente clara de lo que
significa. Quizás por intuición, quizás por aproximación,
quizás por asociación se comprenda la carga semántica y
hasta metafórica de la tal frasecita, mas no el significado total de esta
combinación de significantes.
Desglosemos brevemente: Pan, ¿quién desconoce desde su
significado prístino hasta su sentido parabólico? El pan nuestro
de cada día no requiere explicación. Truco, ¿quién no
ha hecho o padecido un truco alguna vez? No hay que ser mago. El truco es tan
socorrido como el pan.
Pues bien, pan con truco no quiere decir que se haya adulterado el pan en sí,
que en Cuba es un hecho cotidiano, sino que a la hora de convoyarlo con otra
sustancia alimenticia, adulterada también, ya no se sabe cómo
nombrar a dicha mezcla.
Cuando en cualquier lugar del mundo usted dice, oye, lee, escribe, saborea:
pan con lechón, está aludiendo a pan pan, con todas las de la
receta, y al lechón lechón, con todas las del chiquero. En Cuba
no.
En Cuba el pan con jamón es un truco; es un truco el pan con chorizo;
un truco el pan con queso. El jamón no es jamón, el chorizo no es
chorizo, el queso no es queso. De ahí que la población prefiera
decirle pan con truco.
Ah, pero si usted oye, dice, lee, escribe, saborea: pan con pasta, entonces
sí estará en presencia del nom plus ultra del pan con truco, ahí
sí tuerce la puerca el rabo, la mona no carga al hijo, se caga el buey.
El que adivine de qué está fabricada la pasta es más
que mago, el que defina el color es más que pintor, el que explique el
sabor es más que catador, el que la aguante en el estómago es más
que tragaespada, comecandela, limpiapeceras.
El pan con pasta no tiene parangón, con cualquier cosa que se compare
sale perdiendo la otra cosa. Es un truco tan refinado, tan elaborado que el mismísimo
Mandrake, el propio Merlín, la bruja de Blancanieves quedarían
embobecidos frente a él.
Cuando la Empresa Gastronómica lo expende en cafeterías,
comederos públicos, cuchitriles, guarda en secreto la receta mágica,
porque los propios elaboradores saben que es más peligroso que cualquier
arma de exterminio masivo creada hasta ahora.
El pan con pasta es el más sofisticado de los panes con truco. Y la
verdadera dimensión del truco, de prestidigitación, de ilusión
óptica, de brujería estrafalaria, de engaño total, la
alcanza cuando alguien se atreve a ingerirlo: el que no lo regurgita, se pone
verde, se desmaya. El pan con truco es un engaño, una traición
imperdonable al estómago, un tajo mortal en la reputación de las
artes culinarias.
¿Entendieron? Bueno... vengan a La Habana para un curso práctico
de postgrado.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|