¿Canto
de sirenas?
Lázaro Raúl González, CPI
HERRADURA, febrero (www.cubanet.org) - Portavoces del régimen de
Fidel Castro frecuentemente exponen que la hemorragia de cubanos que se lanzan
al Estrecho de la Florida huyendo del sistema socialista es como una respuesta a
los cantos de sirenas que lanzan los exiliados desde Miami a través de su
propaganda.
Sin embargo, sólo una exigua cantidad de residentes en la isla conoce
claramente el mensaje de los anticastristas ubicados en el sur de la Florida. En
realidad, las visitas que mutuamente se hacen los familiares de ambos lados del
Estrecho y la falta de libertades en Cuba constituyen dos de los factores que más
alimentan el deseo de emigrar de los nacionales.
Nadie ve con indiferencia la fotografía de la prima Marina, ahora próspera
vecina de New Jersey, que cuando vivía en la isla era una de las pobres
que habitaba en un barrio en Candelaria, provincia Pinar del Río.
Sin importar si son miembros del Partido Comunista o no, a los primos de acá
-que siguen siendo pobres- no se les escapa ni el más mínimo
detalle de la fotografía de Marina. La miran con detenimiento al derecho
y al revés. No hay dudas, todo el mundo lo constata, a pesar que Estados
Unidos está en guerra contra el terrorismo, Marina vive mejor allá,
en otro país, que en su patria.
Ahora, gracias a la modernidad, las comparaciones se multiplican. A través
del video familiares y amigos de Marina se han percatado de algo increíble:
¡ya ella no cojea! Algunos opinan que es mentira, que se trata de un
trucaje porque allá no hay médicos. Otros aseguran que encontró
el par de zapatos que exactamente necesitaba. Pero, al final, todos coincidieron
en que si Marina viviera en Cuba seguiría cojeando.
Las charlas entre parientes de uno y otro lado del Estrecho de la Florida
mojan cada vez más la pólvora ideológica del régimen
de Castro. Cada día hay menos engañados; es el principal dato de
una encuesta informal realizada por este periodista en esta localidad. Ocho de
cada diez pinareños no militantes del Partido Comunista consideran que "allá
se vive mejor que aquí", a pesar de estar al tanto de que Miami es
una ciudad pobre en comparación con otras de Estados Unidos.
Cualquiera podría pensar que ya perdió efectividad la
millonaria propaganda antiestadounidense del régimen de La Habana, pero
no es por ahí por donde le entra el agua al coco.
Todavía -siempre según los resultados de la encuesta-
aproximadamente el 20 por ciento de los consultados consideran que aquí
se vive mejor que en el país vecino, sobre todo porque consideran que en
Cuba no les cobran los servicios médicos ni la educación.
Pero, por otra parte, el clima de asfixia económica y de incapacidad
política que oprime a la mayoría de los cubanos activa la
imaginación hasta de los menos inteligentes. "Tiene que haber otras
tierras en las que sea posible encontrar alimentos con facilidad" -dijo uno
de los entrevistados. "O donde por lo menos se puedan expresar las miserias
en la calle" -añadió otro.
Aunque Cuba es una isla y existen severas restricciones migratorias
impuestas por el régimen de Castro, la realidad es que millones de
cubanos ya viven diseminados por todo el orbe y millones más están
dispuestos a partir ahora mismo lo mismo rumbo a la Antártida que para
Noruega. No puede haber tantas sirenas. ¿O es que la gente, a pesar de 43 años
sin ella, escucha en su fuero interno el canto de la libertad?
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