Igualdad de
géneros: el mito del 38%
Manuel David Orrio, CPI
LA HABANA, enero (www.cubanet.org) - Acostumbra la prensa oficiosa cubana a
apuntar como uno de los más importantes logros del gobierno de Fidel
Castro en materia de igualdad de géneros, el que las mujeres constituyan
el 38% de la ocupación total del país, tras haber avanzado desde
un 31,2% alcanzado en 1981.
¿Responde ese 38%, en verdad, al mencionado avance en materia de igual
acceso entre ambos sexos? Más bien es el mito que conduce a descubrir
verdades no tan halagüeñas, las cuales incluso permiten dudar sobre
la tasa de desempleo declarada oficialmente, diz que de sólo 4,5%.
Todo avance de las mujeres respecto a su participación en el empleo
debe medirse en relación con índices más abarcadores; las
parciales y fragmentarias cifras gubernamentales –lo disponible a la mano-
obligan a desconfiada búsqueda. Pero investigarlas aporta información
suficiente como para apuntar: no hay tal paso adelante.
"Siga la pista en el tiempo" es regla de oro del periodista
investigativo. Entre 1981 y 2000 la estructura por sexo de la población
en edad laboral de Cuba se mantuvo constante y equilibrada. Más o menos,
varones y hembras representan unos y otras sendas mitades.
Cuadro 1: Estructura por sexo de la
población en edad laboral
|
Concepto
|
Miles
de personas |
Estructura
(%) |
|
1981
|
2000
|
1981
|
2000
|
|
Población en
edad laboral |
5070,7
|
6628,4
|
100,0
|
100,0
|
|
Hombres
|
2693,7
|
3438,9
|
53,1
|
51,9
|
|
Mujeres
|
2447,0
|
3189,5
|
46,9
|
48,1
|
Fuentes: Anuarios Estadísticos de Cuba 1986-2000
Semejante equilibrio es buen punto de partida para encontrar algunas
sorpresas. Pese a ser mitades, el comportamiento de ambos géneros ante el
empleo se conduce como para afirmar: en veinte años, las mujeres cubanas
no han avanzado UN PASO en cuanto a su participación en la ocupación
total del país, si se consideran sus potenciales como población en
edad laboral. Si en 1981 representaron el 21,8% de ésta, al cierre del
2000 constituyeron... el 21,8%. "El cuartico está igualito", se
dice en Cuba.
¿Cómo explicar, entonces, el ascenso desde 31,2 en 1981 a 38% de
la ocupación total del país en el 2000? Pues llamando la atención
sobre lo que el gobierno de Fidel Castro no admite: una notoria disminución
del número de empleados masculinos, la cual hace "aparecer" en
las estadísticas esa participación femenina que la prensa oficiosa
cubana se atreve a proclamar como logro.
En términos netos, la población en edad laboral de Cuba
ascendió entre 1981 y 2000 en alrededor de 1 millón 557 mil 700
personas. Pero, en igual período, el por ciento de ocupados en la economía
respecto de esa población cayó desde el 69,8% a sólo el 58.
Si las mujeres se mantuvieron con una participación del 21,8%, la de los
hombres descendió del 48 al 36,1%. Curiosidades, curiosidades: en el año
2000 trabajaron 36,700 varones menos que en 1981, no obstante un incremento neto
de su población en edad laboral de 745,200.
Cuadro 2: Recursos laborales por sexo
|
Concepto
|
Miles
de personas |
Estructura
(%) |
|
1981
|
2000
|
1981
|
2000
|
|
Población en
edad laboral |
5070,7
|
6628,4
|
100,0
|
100,0
|
|
Ocupados en la
economía |
3540,7
|
3843,0
|
69,8
|
58,0
|
|
Hombres
|
2434,1
|
2397,4
|
48,0
|
36,1
|
|
Mujeres
|
1106,6
|
1445,6
|
21,8
|
21,8
|
Fuentes: Ibídem.
Las estadísticas oficiales no sólo demuestran el carácter
mitológico del ascenso de la mujer como fuerza laboral de Cuba, entendido
como avance en la igualdad de géneros; además, prueban que el mito
se hace acompañar por una disminución absoluta y relativa de los
empleados masculinos. Muy preocupante, por cierto: al cierre del 2000, un millón
41 mil 500 hombres en edad laboral no trabajaban; de éstos, es posible
descontar a unos 300 mil estudiantes. Pero el resto, ¿cómo
clasifican para no llamarlos desempleados? Y, sobre esta base, ¿cómo
aceptar que el 2001 concluyó con sólo 4,5% de desempleo, aún
suponiendo a todas las mujeres no ocupadas en la economía ni en estudiar –más
de un millón- como incluidas en el eufemístico concepto de "amas
de casa"?
Mitos, mitos de Cuba; en la igualdad de géneros, y en el empleo.
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