SOCIEDAD
Los
años pasan
PINAR DEL RÍO, agosto (www.cubanet.org)
- El año 80 en Cuba marcó una etapa
del exilio cubano. Por el puerto del Mariel salieron
en éxodo masivo decenas de miles de cubanos
con rumbo a los Estados Unidos.
A un anuncio de las autoridades cubanas autorizando
el éxodo, una impresionante flota de embarcaciones
llegó desde Florida para efectuar la recogida.
Algunos venían a buscar a los familiares
deseosos de salir de Cuba para reunirse con los
suyos. Era la oportunidad esperada durante más
de 30 años de separación.
De inmediato, el gobierno cubano trazó
una estrategia de limpieza, un truco que, a lo
largo de más de 23 años, no deja
de impresionar a los que fueron testigo de aquellas
oleadas de salida. Se presentaban las autoridades
policiales en los domicilios de las personas cuestionadas
por el sistema para exigirles abandonaran la Isla.
En caso de negarse, los señalados tenían
como opción única la cárcel.
Por otra parte, a los que ya se encontraban en
las cárceles cumpliendo largas condenas,
se les daba como alternativa la vía del
exilio. Un exilio obligado que de cierta manera
recordaba la oportunidad ofrecida a algunos de
los acompañantes de Cristóbal Colón
en su viaje.
Pasó el tiempo y los años 80 dieron
paso a los 90 con sus cambios sorpresivos. Cayó
el campo socialista y los seguidores del marxismo
en Cuba se vieron obligados a implementar nuevas
tácticas en la estrategia de supervivencia
para el trasnochado sistema que aún defienden.
Llegaban ahora a la Isla, en condición
de turistas, los despatriados del Mariel, y el
dólar, despenalizado en Cuba, era la bandera
que franqueaba todas las puertas. Las puertas
a sitios prohibidos para los residentes en la
Isla, y las puertas del alma a los recalcitrantes
que odiaron a los que un día marcharon
sin tener otro remedio.
A los exiliados del Mariel les lanzaron huevos
y objetos en aquella despedida de bochorno. Hoy,
en tiempos de huevos perdidos en la Isla, los
exiliados del Mariel tiran el salvavidas a los
que por aquellos años duros de expulsiones
y ofensas lloraron junto a ellos. cnet/06
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