DISIDENCIA
Los
disidentes en el Salón de la Fama
LA HABANA, agosto (www.cubanet.org) - El gobierno
está contra la pared. No pierde un minuto
en, aparentemente, demostrar que es invencible,
poderoso y omnipresente. Su capacidad de estar
en todas partes se lo debe a su empecinamiento
en utilizar el espionaje estilo brete y chanchullo,
es decir, de la más baja calaña.
Y es precisamente el chisme lo que constituye
el meollo de cualquier librito escrito por la
Seguridad del Estado y firmado por los siempre
fieles y obedientes periodistas de la Mesa Redonda.
Lo mismo te dicen que un disidente es agente del
Imperialismo como miembro temporal o vitalicio
de la policía política.
Nunca antes el pueblo cubano ha escuchado tanto
hablar de oposición y disidencia. De tanto
daño que nos quieren hacer nos han colocado,
sin nosotros pretenderlo, en el Salón de
la Fama. Imagínese, amigo lector, que la
autoridades afirman que somos millonarios, recibimos
cuantiosas remesas del exterior y nos visitan
los Presidentes y Ministros de la Unión
Europea y América Latina. Toda una gama
de privilegios digna de provocarle la envidia
a cualquiera de los ministros oficiales, quienes
cada vez reciben a menos visitantes.
Decir en esta Isla que un disidente recibió
10 dólares es suficiente para provocarle
un colapso a la gente del pueblo. Salarios miserables
y escaseces de todo tipo han hecho que el cubano
sólo piense en el plato de comida que le
ofrecerá a su familia cada día.
A veces me pregunto por qué provoco la
sonrisa cómplice en un militante comunista
o el saludo de un desconocido. Y es que soy famoso
sin saberlo. Mi nombre sale en los periódicos
y sus ediciones especiales conocidas como tabloides.
Mi foto, en las páginas de libros de Matemática
(aparecen muchas cuentas) tendenciosos y con historias
similares en cada capítulo, las cuales
provocan le provocan aburrimiento al más
fiel seguidor de Marx.
Pero hay que tener los pies sobre la tierra en
Cuba. Quienes sí pueden vivir como reyes
son los miembros de la cúpula del poder.
También los de la Seguridad del Estado.
No faltó en los registros a los disidentes
algún que otro oficial vestido con tennis
Adidas y teléfono celular. Hasta para vestirse
y comunicarse tienen que contar con el imperialismo.
Cosas que pasan en un país lleno de contradicciones
hasta en la Constitución.
¿Y alguien tiene la osadía de afirmar
que no soy famoso? Pregúntenle a los que
tienen escondidas las antenas parabólicas
y se conocen la vida y milagro de los disidentes.
Ven la CNN para estar al tanto de lo que ocurre
en su propio país.
"!Te vi ayer!", "!Hablaste bien!",
son algunas de las frases que te dicen mirando
varias veces para los lados por si alguien los
está espiando. Pero también tiene
sus desventajas. No faltan incluso miembros de
la familia que se alejan de uno para no perder
el trabajo. Amigos que cruzan la acera para no
saludarte. Es comprensible. Tienen que alimentar
a su familia.
Y yo sigo aquí en el Salón de la
Fama y a la vez rompiéndome la cabeza para
ver quién me arregla el ventilador y me
cobra más barato. Llevo dos noches "durmiendo"
con 30 grados de calor y echándole aire
a mi hijo con un cartón.
Peculiaridades de la vida de los disidentes millonarios.
cnet/11
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