POLITICA
Cuarenta y cinco años: ya basta
LA HABANA, enero (www.cubanet.org)
- Este primero de enero se commemoró una
vez más, y Dios quiera sea la última,
un aniversario de la llegada al poder de Fidel
Castro y su hermano Raúl, quienes a lo
largo de estas décadas han garantizado
que los cubanos vivamos en una gran prisión
y que tengamos índices de pobreza sólo
comparables a los países más subdesarrollados
del planeta. Una transformación radical
llevada a cabo por estos aministiados, quienes
sin embargo rehusan poner en libertad a inocentes
y pacíficos disidentes cuyo único
delito es el de pensar y decir lo que sienten.
Los cubanos, incluso los que nacimos después
de más de dos décadas del proceso
castrista, sabemos muy bien lo que han significado
todos estos años de caprichosa incrustación
en el poder por un hombre que prioriza los intereses
personales.
Estas décadas nefastas de política
unipartidista han tenido muchos, muchísimos
logros. Muchas metas han sido cumplidas, eso nadie
lo duda, y muchos planes, casi siempre macrabros
y siniestros se han puesto en marcha y han logrado.
En la Cuba antes de Castro existían males
e inperfecciones, pero a despecho de lo que los
castristas dicen, unos por cinismo, otros por
adulonería y practicamente todos por miedo
al dictador, la Cuba de Castro deja mucho más
que desear.
Los campos están anémicos y necesitan
una urgente inyección que les imprima fuerza
y sobre todo energía. El sistema de salud
se deteriora cada vez más. De todos los
rincones de la isla llegan quejas, reportes, denuncias
de lo que sucede en un sistema de atención
donde la gratuidad se paga muy caro, carísimo:
malos tratos, indisciplinas, indolencia, indiferencia
e insensibilidad.
La involución cubana que se ha producido
en estos años ha logrado que ahora el gobierno
se haya dado cuenta que hay que alfabetizar nuevamente,
porque cada vez son más los iletrados,
los que no quieren ni pueden estudiar. Ahora vemos
a jovenzuelos, todavía con los avatares
del acné, frente a pequeños, impartiendo
valores y principios éticos, como si a
los primeros no les hiciera falta una buena dosis,
tanto o más que a los últimos.
La llegada de este nuevo año nos recuerda
a todos los cubanos que estamos atrapados en el
tiempo. Que necesitamos una verdadera evolución
que nos ponga en marcha, sin más mentiras,
ni tabúes, ni miedos, ni frenos hacia un
camino de verdadera reconciliación nacional,
de verdadera justicia, prosperidad y progreso.
Cuando por estos días nos felicitamos
por el advenimiento de un nuevo período
de 365 días deberíamos recordad
que esperando y sin ver la luz están cientos
de prisioneros cuyas conciencias les hicieron
presos de un sistema brutal. Deberíamos
recordar que somos parte de una nación
herida, sufrida, maltratada y humillada, que necesita
ya levantarse y comenzar a andar. Es hora de entender
que mientras más dure la herida, peor será
la recuperación y aún más
fea la cicatriz. cnet/54
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