Misterio
envuelve a Raúl Castro
Cubanos viven la incertudumbre
de una eventual vida sin Fidel Castro quien ha
sido su único líder por décadas
El
Universal, Venezuela, 3 de septiembre de 2006.
La Habana. Cuba cumplió un mes desde
que Fidel Castro cedió el poder a su hermano
Raúl, quien está al frente de una
maquinaria en marcha para garantizar la continuidad
del gobierno comunista, mientras persiste la interrogante
de si el líder de la revolución
retomará el mando.
La cesión del poder, de forma provisional,
provocó un estallido de júbilo inicial
en Miami y llamados de Washington a una transición
política, con una expectante comunidad
internacional y en un ambiente de calma en la
Isla, aunque bajo alerta militar, según
AFP.
Castro, que el 1 de agosto declaró su
salud "secreto de Estado" argumentando
amenazas de agresión de EEUU, designó
para flanquear a su hermano a un equipo de seis
leales colaboradores, entre ellos el vicepresidente
Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez
Roque.
Desde ese día, los informes de la evolución
de su salud llegaron en mensajes optimistas de
funcionarios y del propio Raúl el 18 de
agosto, cuando rompió el silencio y en
una entrevista al diario Granma dijo que Fidel
se recuperaba de forma "satisfactoria"
y "gradual".
Un enigma
Pese al impacto mundial, los cubanos, que en medio
siglo no han conocido otro líder, pasan
los días en normalidad, llevados por el
trajín para resolver los problemas cotidianos,
con la incertidumbre de un futuro sin Fidel.
"No hemos sentido el cambio. El va a volver,
es capaz de decirle a la muerte hazte a un lado
y regresa cuando yo te diga", dijo una enfermera
jubilada, de 63 años.
A un mes de haber asumido el poder y aún
con una mención sin precedentes en las
consignas y lemas políticos, Raúl
sigue siendo una incógnita para los cubanos
y la comunidad internacional, que se preguntan
cómo sería de gobernante tras una
eventual muerte de Fidel.
Pero los cambios, estiman, serán lentos,
más aún porque Fidel está
vivo. Buena parte de la oposición interna
ve con pesimismo la sucesión gradual que
se está dando en Cuba.
"No creo en ningún cambio, de momento
no", dijo el disidente Vladimiro Roca. Otros,
la oposición moderada, como Manuel Cuesta
y el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo,
ven una buena oportunidad para cambios en la Isla.
Según Frank Mora, profesor del National
War College de Washington, cuando Fidel desaparezca
de escena "las Fuerzas Armadas ejercerán
el poder en el sentido tradicional. Obviamente,
su control o influencia en los sectores más
dinámicos de la economía le darán
un enorme poder en el futuro, que se traducirá
en poder político y militar".
La cesión del poder es una especie de
"ensayo general" para una muerte de
Fidel, que empuja a Raúl a salir de la
sombra, según diplomáticos y analistas
internacionales.
La entrevista de Granma dejó entrever
otros detalles. Raúl se mantiene trabajando
en su oficina de ministro de las Fuerzas Armadas,
frente al Palacio de la Revolución, donde
están los Consejos de Estado y Ministros,
así como el Comité Central del Partido
Comunis ta (PCC).
Eso quiere decir que no ha utilizado la oficina
presidencial de Castro, "el único
comandante en jefe de la Revolución Cubana",
como afirmó el 14 de julio, al asegurar
que el único "heredero" del líder
era el PCC, con lo que proyectó la imagen
de un gobierno colegiado.
Su salida a la escena pública como jefe
de Estado podría ocurrir en la Cumbre del
Movimiento de Países No Alineados, en dos
semanas en La Habana, pues es incierta la par
ticipación del líder de la revolución.
Hasta ahora, los principales actos y conmemoraciones
realizados en el mes han sido presididos por miembros
del Buró Político del PCC y ninguno
de los dos hermanos envió mensajes, como
en ocasiones anteriores, al traspaso de poderes.
"Me interesa mucho lo que piensa nuestro
pueblo, aunque afortunadamente vivimos en esta
isla geográficamente pequeña, donde
se sabe qué hacemos todos", dijo el
gobernante, como deslizando la señal de
que todo está bajo control, aunque sólo
haya aparecido dos veces en los medios desde el
31 de julio.
"En realidad, no acostumbro a comparecer
con frecuencia en público, salvo los momentos
en que se requiera" y "además,
siempre he sido discreto, esa es mi forma de ser,
y de paso aclaro que pienso seguir así",
afirmó.
La continuidad
Para analistas a favor y en contra de la revolución
es claro que Raúl es la persona clave para
garantizar la continuidad del régimen.
"La entrega del liderazgo de la revolución
por Fidel a Raúl es absolutamente lógica,
no sólo por razones de orden constitucional,
sino también por la calificación
personal" de Raúl, opinó el
teórico marxista alemán Heinz Dieterich,
quien reside en México y lo conoce personalmente.
Habituado a estar tras bambalinas, Raúl,
ministro de Defensa, activó su andamiaje
de seguridad apenas anunciado el traspaso de mando.
En la entrevista, en Granma, reveló que
la Isla estaba movilizada con decenas de miles
de reservistas y tropas especiales ante un eventual
ataque de EEUU.
Aunque advirtió que los cubanos están
listos para recibir fusil en mano al "enemigo",
Raúl envió un doble mensaje: "Siempre
hemos estado dispuestos a normalizar las relaciones
en un plano de igualdad".
Washington respondió primero con ironía
tildándolo de un "Fidel light";
pero luego ofreció levantar el embargo
económico que mantiene en la Isla desde
inicios de la revolución, si se da una
transición política.
Para Arturo López Levy, un ex diplomático
cubano devenido académico en Denver (EEUU),
Raúl no es ningún ingenuo, pues
"fue el que discutió con Nikita Kruschev
la instalación de los misiles de octubre
(1962) y a quien Leonid Brezhnev le informó
que la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) no iría a una
guerra por Cuba".
"Si Estados Unidos quiere promover reformas,
más que análisis psicológicos
necesita identificar los intereses de esos grupos
y crear condiciones que los motiven a cambiar
sus comportamientos", añadió
López.
"Se apresuró el departamento de Estado
al considerar a Raúl una versión
"light" de su hermano. No es posible
predecir aún si estamos en los comienzos
de otro castrismo o asistimos a un paréntesis
del conocido", dijo el periodista cubano
residente en Miami Alejandro Armengol.
"Estados Unidos tiene un récord de
47 años de fracaso perfecto en sus esfuerzos
para sacar del poder" a Castro, sostiene
Philip Peters, del Lexington Institute, al criticar
el embargo de Estados Unidos.
Los planes de Washington esta vez se complican,
según analistas, por el apoyo del presidente
venezolano Hugo Chávez a Cuba, pues el
suministro de petróleo aleja las perspectivas
de un colapso del régimen tras la salida
de Fidel de la plana mayor.
Chávez estuvo en la Isla el 13 de agosto
para celebrar el cumpleaños de Castro,
convaleciente en una cama de hospital, un encuentro
cuyas fotos dieron la vuelta al mundo. Según
reveló, hizo una segunda visita muy discreta
antes de viajar a China.
De estatura media, ademanes militares y voz enérgica,
la personalidad de Raúl Castro es para
muchos un enigma, pues sus allegados lo describen
como un hombre de buen humor y familiar.
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