Se queman los frijoles
Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - El televidente no
pasó por alto lo novedoso. La mesa redonda trasmitió
casi integra, la alocución del presidente norteamericano
sobre el tema cubano el pasado 24 de octubre. Luego, como es costumbre,
cuando comenzó la perorata de Felipe Pérez, cambio
el canal o se levantó de su silla y se fue a realizar otras
tareas. Tenía sus razones, ante el discurso medido, diplomático
y político del norteamericano, aparecía un malcarado,
apresurado e incoherente canciller, que tuvo como mayor merito para
asumir tan alta responsabilidad en su gobierno, el ser el mejor
interprete del máximo líder.
Las palabras del extranjero fueron de aliento a las fuerzas prodemocráticas
dentro de la isla, a los presos políticos y a la prensa independiente
e indicaron el esfuerzo que hace su gobierno por invitar a otros
estados del hemisferio y de la comunidad de naciones a participar
en la construcción democrática de la isla. El discurso
también incluyó propuestas para comenzar a descongelar
las relaciones en el tema del Internet y las becas para jóvenes
cubanos en los Estados Unidos.
Fue emocionante ver a través del Canal CNN, trasmisor en
directo de la alocución, al lado del Presidente del país
vecino, a familiares de nuestros presos políticos, invitados
especialmente para la ocasión y que el alto mandatario nombrara
a los titanes de estos tiempos, encerrados en las oscuras mazmorras
de la “dictadura del proletariado”.
Llamó la atención la descripción pormenorizada
de la realidad cubana, ajena a las estridencias de unos y las edulcoraciones
de otros. Así como la ratificación de que la fuente
el sufrimiento del pueblo cubano no es el embargo, sino el régimen
cubano y llamó a la reconciliación entre todos los
cubanos.
Una hora más tarde Caleb MacCarry, funcionario del Departamento
de Estado, respondiendo preguntas de un grupo de periodistas independientes
en la Habana, reafirmó que el objetivo de la política
norteamericana hacia Cuba es lograr una transición a la democracia
con la participación de todos los cubanos, promoviendo la
decisión soberana del pueblo de Cuba.
MacCarry tuvo mucho cuidado a la hora de subrayar que era la sociedad
de la isla la encargada de establecer nuevos escenarios que serían
apoyados por el país vecino. E hizo hincapié en la
actual política hacia Cuba y su visión de establecer
lazos en la escena internacional para una recuperación a
largo plazo.
Lideres democráticos como Francisco Chaviano, ex preso de
conciencia y actual coordinador interino de la Unidad Liberal, consideró
oportunas las palabras del Presidente norteamericano y argumento
que sólo vertebrando un gran frente internacional, se puede
contribuir a la construcción democrática en la isla.
Guillermo Fariñas, uno de los lideres
liberales del centro de la isla, consideró oportuno que el
texto del discurso fuera repartido entre la mayor cantidad de cubanos,
para de esta forma desbaratar las campañas de comunicación
que realizará el gobierno para desvirtuarlo.
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