Sin compasión ni derechos

Juan González Febles

LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org) - Eugenio Perera Godoy sabía a qué atenerse cuando decidió integrar el movimiento opositor cubano. Tendría que afrontar la ira de personas sin compasión y hacerlo privado de los más elementales derechos. Pero lo hizo. Hoy paga las conocidas consecuencias.

Perera demanda la devolución del terreno de su propiedad, heredado de sus padres. En este terreno estuvo ubicada su casa arrasada por el huracán Dennis. Ante semejante circunstancia Perera, con recursos propios, se fabricó un cuarto. Las autoridades declararon el cuarto ‘inhabitable’, lo demolieron y enviaron a Perera a un albergue.

Una vez desalojado de su propiedad legítima, en su terreno se construyó otra casa. Esta fue entregada a personas que no fueron damnificadas por evento natural alguno o de otra índole. Se trató de “casos seleccionados” por el Instituto de Vivienda, a partir de los criterios de selección al uso por esta institución.

Durante estas incidencias, Perera Godoy fue expulsado del albergue a donde fue previamente enviado. La decisión se tomó en base a uno de los criterios más temidos y más en boga en la Cuba de hoy. Perera Godoy fue lanzado a la calle al ser catalogado como contrarrevolucionario.

La activista pro democrática Gladys Linares Blanco, del Frente Femenino Humanitario de Cuba (FFHC) hizo la denuncia. Esta ha sido distribuida entre diplomáticos y corresponsales acreditados en la Isla. El FFHC realiza una actividad humanitaria de ayuda entre las personas menos favorecidas en la Isla.

Perera Godoy. en carta dirigida a las autoridades locales de la provincia Cienfuegos, responsables principales del atropello sufrido, demanda la devolución del terreno de su propiedad.

Como hasta este momento Perera ha recibido la acostumbrada callada por respuesta, se declaró en huelga de hambre frente a la sede de gobierno en Cienfuegos. Allí permanece en espera de una solución justa a su caso.

El caso evidencia hasta qué punto el gobierno con leyes y regulaciones draconianas interviene en las opciones de residencia de los ciudadanos. También se pone de manifiesto el irrespeto de las autoridades por los derechos de propiedad de los cubanos. Resulta obvia la discriminación y la persecución de los ciudadanos a causa de sus ideas políticas.

La influencia muchas veces directa de la Seguridad del Estado y sus intervenciones no deseadas en la vida y la privacidad de los ciudadanos resultan obvias. El carácter excluyente del régimen totalitario cubano y la forma violenta en que puede manifestarse e intervenir en cada vida, es un rasgo ostensible de la experiencia ciudadana. También es una amenaza presente para los cubanos.

Me temo que para Perera Godoy no habrá justicia por el momento. Tendrá que esperar por la democracia y el establecimiento de un estado de derecho con todos y para beneficio de todos. Una nueva Cuba patrimonio de todos los cubanos y no sólo de los revolucionarios. Un país nuevo afirmado en la compasión y el derecho reconocido por la ley.

Felizmente, nuestro día viene llegando y cada vez van quedando menos. Me refiero por supuesto, a los revolucionarios.

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