Crónica           IMPRIMIR
22 de enero de 2008

Se equivocaron los brujos

Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - El año pasado, como es costumbre en el mes de enero, los sacerdotes cubanos de Ifá, miembros de la Comisión Organizadora de la Letra del Año, dieron a conocer sus predicciones: 2007 sería un año fúnebre, con grandes epidemias, tragedias entre vecinos, rupturas de convenios entre Cuba y otros países e intervenciones militares. Dio a entender además que sin fe, nadie se salva de una enfermedad, haciendo alusión probablemente a Fidel Castro.

Sin embargo, se equivocaron en todo. No hubo grandes epidemias, a no ser la del dengue, como ocurre cada año; tampoco se conocieron tragedias entre vecinos, a no ser las habituales, ni hubo rupturas de convenios entre Cuba y otros países, o intervenciones militares, que yo recuerde. Todo lo contrario, el país caribeño hizo grandes compras de productos agrícolas a Estados Unidos, porque tampoco hubo mejorías, como anunciaron, en ese sector campesino.

Ni siquiera murió Fidel Castro, como también vaticinó Antonio Vázquez, más conocido como el Brujo Mayor de México, quien hace predicciones anuales desde 1980 sobre acontecimientos relacionados con la política internacional, la economía, la vida privada de celebridades, etc. Pues bien, Fidel Castro no murió en mayo, como predijo el brujo mexicano. Tampoco en diciembre de ese año. Tampoco morirá en 2008. Dice Elíán González, el niño balsero que sobrevivió en 1999 al naufragio de una embarcación rústica cuando su madre intentaba llegar a Miami, que Fidel está bien. Probablemente seguirá vivo un largo tiempo más para que pueda ver cómo continúa el fracaso de la economía cubana, castrista y socialista. Hasta volverá a ser nominado como único dictador cubano, es decir, jefe de la revolución, por un período de cinco años más, según su propio modelo de elecciones.

En todo se equivocaron los sacerdotes cubanos y el brujo azteca. Alemania no ganó el Mundial de fútbol. Ni siquiera pudo llegar al final.

De todas formas, hay muchas personas que este mes de enero buscan con interés la Letra del Año. No importa que los brujos no den pie con bola. El asunto es creer en algo. El ser humano se siente inclinado a creer en algo, no importa el dios o deidad que sea. Cuba es ejemplo de eso. Cuando una gran parte de la población dejó de creer en el castrismo, hace más de veinte años, retornó a las viejas religiones por necesidad y costumbre. Las iglesias comenzaron de nuevo a llenarse de feligreses y las mujeres y hombres a vestirse de blanco de pies a cabeza, según lo establecido por la santería.

Hasta los refranes que acompañaron al signo en 2007 sufrieron una derrota. En Cuba no hubo cambios. El saco continúa vacío de bienes materiales. Eso sí, con muchas esperanzas.
 
 
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