Lobos de una misma camada
Nelson Núñez Dorta
Querétaro, México, noviembre, www.cubanet.org -Una vez más el castrismo miente, pretende hacernos creer, que sus sicarios son personas de sentimientos nobles y altruistas, que entre otras muchas ocupaciones, se dedican a defender a los opositores de la espontánea ira popular, quieren hacernos ver que si no fuese por “la siempre oportuna intervención de sus combatientes” los opositores pacíficos podían terminar siendo linchados por el pueblo que “tanto ama y defiende su revolución”.
Como si no supiéramos los cubanos, que ambos grupos; los bárbaros que agreden y los que hacen el papel de protectores son lobos de una misma camada. Esa falange es parte esencial de la maquinaria represiva del régimen, son grupos que están muy bien entrenados para esas repugnantes representaciones que ellos llaman “manifestaciones o mítines de repudio popular”.
Si alguien tiene dudas de esta afirmación bastaría con responderse algunas preguntas: ¿Como se explica que el pueblo acuda de forma espontánea a los lugares donde los opositores intentan reunirse o manifestarse, cuando no existe ningún medio que informe siquiera de su existencia y de hacerlo es únicamente para calumniarlos y ofenderlos? ¿Como pueden la mayoría de los cubanos, dedicados más que todo, a garantizarse una precaria subsistencia, conocer horarios precisos y direcciones especificas sin ser notificados por los agentes que constantemente vigilan y sirven de informantes para hacer inmediata la movilización de los represores hacia el sitio indicado, en el momento oportuno? ¿Como esas masas populares pueden identificar a los disidentes si según el mismo aparato oficial se trata de pequeños grupos o personas aisladas de las cuales jamás se ha mostrado una imagen en los medios informativos, pues no resulta favorable para el régimen que la población conozca de su existencia ni del sensible incremento numérico que se da cada día, aun con la cruel represión?
La dictadura es muy consciente de que el pueblo, cuando esta presente en tan vergonzosos actos, lo hace únicamente como un espectador casual, sorprendido por las circunstancias y se siente indignado rechazando esas expresiones que reviven el mas puro accionar represivo Nazi. La maquinaria castrista sabe, que ser testigo de la violencia de grupos de poder sobre personas indefensas, hace que se genere una sensación de impotencia desamparo y temor, así el resto de la sociedad se auto-reprime en el ejercicio sus derechos y sus libertades, efecto deseado y buscado constantemente por los represores, que de esta forma intentan anular la voluntad popular .
En estas acciones, cuya frecuencia se ha visto incrementada últimamente, se evidencia la intolerancia y la cobardía de un régimen que no admitirá nunca diálogos, ni debates de ideas entre cubanos. Los derechos secuestrados a los cubanos hace medio siglo por la dictadura, no están en discusión y será necesario que la nación los reconquiste.
Actos grotescos y vulgares, que nada tienen que ver con la nobleza de la mayoría de nuestro pueblo, se han convertido hoy en el método preferido por la tiranía castrista para pretender silenciar a hombres y mujeres pacíficos que ya han perdido el miedo de expresarse. La vieja cúpula pretende con ello advertir a cada ciudadano, que nadie esta exento de sufrir maltratos psicológicos y físicos si en alguna forma se pronuncia públicamente desaprobando la línea oficial. Así, sembrando la inseguridad y el miedo, es como quieren condenar al silencio a todo un pueblo que comienza a expresarse libremente o apoya a quienes lo hacen, reclamando sus derechos
La estrategia ha cambiado, quizás con la idea de mejorar un poco la maltrecha imagen de un gobierno obsoleto, dogmático y hundido en la mas profunda crisis ¿Para que llenar las cárceles de presos de consciencia ganándose la desaprobación y la condena internacional, si se puede, mediante esbirros bien entrenados, reprimir y amedrentar al pueblo? Al final, la isla es una gran prisión donde todos son observados y controlados, eso debe tenerlo muy presente el pueblo cubano, para que no intente nunca organizarse o movilizarse contra el grupo de poder.
Sorprende que a estas alturas, políticos que dicen defender las libertades y la democracia estén pidiendo un mayor acercamiento y comprensión hacia la cincuentenaria dictadura caribeña, supuestamente como estrategia para lograr algunos cambios y derechos para los cubanos. ¿Como es posible que se acepte tal chantaje, cuando se habla de la violación de los derechos a un pueblo? Tenemos el desagradable ejemplo del canciller de España que tiene el impudor de exhibir como un éxito de su acercamiento cómplice con el régimen el haber obtenido como dadiva del régimen la excarcelación de un cubano , que al igual que todo opositor pacifico , nunca debió haber pisado los cuarteles de la policía política y mucho menos ser recluido en las inhumanas cárceles castristas . Nos alegramos de la libertad de cualquier hermano preso, pero indigna que esta acción del régimen, sirva a un político foráneo como “muestra” de los cambios de la dictadura y la utilice para sustentar la conveniencia de un acercamiento conciliatorio y cooperador con los Castro.
¿Quizás el Sr. Moratinos , en sus desatinos, vea con indiferencia el incremento los bárbaros actos de agresión contra los opositores pacíficos, o puede que “ingenuamente” hasta llegue a considerarlos acciones espontáneas de un pueblo indignado, que nada tienen que ver con la dictadura cubana, para la cual busca con afán, aunque sea un poco comprensión de la UE.
Por último, un mensaje a esos grupos que hoy son pagados para ultrajar, ofender y agredir físicamente a sus hermanos, debemos enseñarles, recordarles y advertirles, que hace veinte años en el Berlín dividido cayó un muro, que era mas sólido y se consideraba, por sus constructores, una fortaleza indestructible, pero que en realidad era sólo mostraba la debilidad y el miedo del totalitarismo a la libertad del ser humano; como ese muro que hoy es historia y vergüenza , se derrumbará la dictadura que ellos representan, cuyas paredes ya están llenas de grietas y sus viejos puntales, carcomidos por los años.
Carta abierta de la familia de Omar Rodríguez Saludes a un grupo de mujeres cristianas de Cuba
En días recientes fue publicada una carta firmada por una treintena de mujeres cristianas, pastoras y líderes de diferentes iglesias evangélicas de Cuba. Las firmantes dirigieron una misiva al presidente de Estados Unidos, Barack Obama y a la Primera Dama Michelle Obama, a fin de solicitarles la revisión del caso de cinco ciudadanos de origen cubano, convictos en ese país por espionaje.
Aunque la fecha que encabeza la carta data del 25 de septiembre, el marco escogido para enviar el mensaje fue la celebración del Día de Acción de Gracias, fecha de connotación humana y religiosa en una nación fundada por inmigrantes que buscaban cumplir el sueño de vivir su fe en libertad.
No es criticable el gesto de estas mujeres con diferentes responsabilidades en el liderazgo de las iglesias que representan. Interceder por la libertad de un ser humano, sobre todo cuando se considera injusta la condena, o excesivo el peso del castigo, concierne a la misión evangelizadora del pueblo de Dios.
Ocurre que en Cuba existen centenares de hombres condenados injustamente. Muchos cumplen castigos por razones tan arbitrarias como la llamada ley de peligrosidad pre delictiva. Otros han sido encausados bajo figuras absurdas como la convicción moral de los hechos. Se destaca la situación de más de doscientos presos políticos, de ellos 75 que han sido declarados prisioneros de conciencia. Estos últimos fueron condenados en juicios sumarísimos celebrados en abril del 2003.
Pedimos a este grupo de mujeres cristianas cubanas que han escrito al presidente Obama y a su esposa, que también se dirijan abiertamente al gobernante cubano Raúl Castro, en su condición de presidente de la nación y hombre de familia. Que soliciten la liberación de un grupo de hombres que no han cometido mayor delito que el de expresar libremente sus convicciones, ejercer la libertad de expresión y luchar de manera cívica por una sociedad más fraterna, donde más que en tolerancia se vivan valores de aceptación y respeto a la condición humana de cada persona.
Los que suscribimos esta carta somos familiares del preso de conciencia Omar Rodríguez Saludes. Pero no solo hablamos en su nombre, sino en el de decenas de ciudadanos cubanos, presos como él, alejados de sus familiares y seres queridos, viviendo en condiciones precarias y enfermos, sometidos a largas penas. Muchos de ellos profesan la fe en Cristo. Otros practican otras creencias o simplemente no las tienen. Pero todos merecen la misma mirada compasiva de justicia que Jesús legó a sus discípulos en el Sermón de la Montaña.
Hacemos esta carta precisamente en el Día de Acción de Gracias, ocasión especial de reunión familiar, exhortando a la oración por la unidad de todos los cubanos divididos por razones políticas y económicas. Pedimos que en su condición de pastoras, reverendas, diaconisas y laicas de varias iglesias cristianas en Cuba, se expresen sobre la necesidad de terminar con la modalidad migratoria de salida definitiva del país, y por el derecho de los cubanos a entrar a su tierra natal sin restricciones discriminatorias. Estas medidas redundarían en beneficio de la familia cubana.
El presidente Barack Obama tiene la gran responsabilidad de liderar su país en un momento crucial para la Humanidad. Pero cada persona comparte el compromiso de construir un mundo mejor. Todos de una manera u otra, hemos sido elegidos para esa tarea en una hora y lugar determinados. En el caso de los cristianos y los que reconocen al Dios de la Historia, ejercer el don de la profecía resulta un deber ineludible, velando porque se cumpla la justicia para cada hermano, en cualquier parte.
Enfocar la atención hacia los males que ocurren en sitios lejanos, desviando la mirada de lo que sucede en el entorno propio, sería como observar la paja en el ojo ajeno ignorando la viga clavada en el nuestro. Clamar por la situación de unos, ignorando o callando el sufrimiento otros, en atención a razones de conveniencia política, para evitar incomodar a los que ejercen el poder o peor aún, buscando su aceptación, sería cometer un pecado de omisión.
En espera de que esta carta tenga una respuesta receptiva de quienes se preocupan ante la situación de los padecen a causa de la justicia.
Deseamos que Dios siga animando a los cristianos de Cuba y del mundo, empeñados en desarrollar cualquier obra de amor y verdad.
Sinceramente
Noviembre 26 del 2009, Día de Acción de Gracias
Ileana Marrero Joa, La Habana Cuba
Olivia Saludes. Kentucky, Estados Unidos
Tania Rodríguez Saludes. La Habana, Cuba
Sergio Rodríguez Saludes. Nuremberg. Alemania
Jesús Rodríguez Saludes. Moscú. Rusia
Miguel Saludes. Miami. Florida
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