Marcha hacia el fracaso

por Antonio Alonso, colaboración para Agencia de Prensa Libre Oriental

SANTIAGO DE CUBA, octubre - Desde el mes de abril de este año, el gobierno cubano, con las diferentes organizaciones gubernamentales, ha venido tratando de fortalecer las diversas formas de cooperativas estatales existentes en el país. A este nuevo esfuerzo que desarrolla el gobierno no ha escapado la cooperativa de crédito y servicio Manuel Guardia, en Jutinicú, municipio Songo-La Maya, que colinda con parte de la cooperativa independiente Transición.

En diversas ocasiones, los funcionarios de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) municipal, y del sector campesino, han convocado innumerables reuniones, empleando un gran tiempo para tratar de demostrar al campesino las posibles ventajas que les pudiera proporcionar este nuevo método de organización, entre ellas la disposición de un tractor para la preparación de tierras.

Todos estos encuentros que se han venido efectuando desde abril han estado sembrando nuevas esperanzas por las ventajas ofrecidas, que se han convertido en promesas inclumplidas hasta hoy, proceso que ha engendrado un inmenso rechazo y una gran desconfianza en el campesinado vinculado a estos nuevos métodos de producción, evidenciados en la poca participación en las reuniones convocadas, que en varias ocasiones han tenido que ser pospuestas de un mes para otro. Esto ha motivado una gran preocupación en la dirección municipal de la ANAP, que ha tenido que llegar al extremo de citar por escrito a estos campesinos, miembros de las cooperativas de crédito y servicio.

En recientes encuentros, estos funcionarios del sector campesino y la ANAP han sido emplazados públicamente por los agricultores, quienes les han exigido responsabilidad por las promesas ofrecidas y que hasta la fecha no se han cumplido. Estos emplazamientos fueron iniciados por quienes más apoyaban y creían en estos nuevos planes, que manifestaron sentirse engañados y defraudados.

Entre los tantos argumentos y planteamientos de estos campesinos estuvieron:

"Si ustedes como funcionarios no contaban con los recursos necesarios, como lo han reconocido en las últimas reuniones por nuestras exigencias, ¿por qué hicieron promesas que realmente no podían cumplir?"

"Si apoyar este tipo de fortalecimiento campesino es plenamente voluntario, como se dijo desde abril, ¿por qué tanta presión e interés con el campesinado que no simpatiza con este proyecto?"

"¿Para qué asistir a reuniones donde no son tratados objetivamente los problemas que afectan al campesinado, como es el creciente robo y en específico el de ganado mayor? ¿Podría acaso una asociación tener éxito con sus miembros sintiéndose a disgusto?"

Estos son algunos de los planteamientos hechos por los campesinos, que comienzan a abrir sus ojos, hecho que es ya motivo de preocupación para quienes quieren llevarles de la mano.

Antonio Alonso es vicepresidente de la cooperativa independiente Transición y de la Alianza Nacional de Agricultores Independientes de Cuba.

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