www.cubanet.org |
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente y su autor. |
Malos augurios para la zafra Oscar Espinosa Chepe LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - La zafra 2010-2011 comenzará el 1 de diciembre en los centrales 30 de noviembre, de Pinar del Río y Mario Muñoz, de Matanzas, según publicó el diario Granma el 18 de octubre (Exigencia y organización). En esta ocasión sólo procesaran caña 39 ingenios, 5 menos que el año pasado. De esta forma la cantidad de centrales en funcionamiento será la más reducida que se recuerde. Cuando fue iniciado el cierre masivo de ingenios, en la década de los noventa del siglo pasado, había 156 fábricas productoras de azúcar. En cuanto al comportamiento de la producción cañera, los resultados no pudieron ser peores. El rendimiento por hectárea fue de 27 toneladas, cuando el promedio de los 10 años anteriores al triunfo de la revolución estuvo cercano a los 40 tons/ha, y con respecto al nivel mundial en el periodo 2003/2008 la media fue de 67 tons/ha, según datos de la FAO. Brasil, el mayor productor global, ha llegado hasta 77.6 tons/ha. Según la prensa oficial, en esos lamentables resultados influyó que el 59,0% de las empresas cañeras tuvieron rendimientos de menos de 30 tons/ha, y que de las 750 mil hectáreas existentes en el fondo de tierras destinadas a ese cultivo, hay 131 mil vacías, sin la gramínea. Desde hace meses, este producto básico disfruta de excelentes cotizaciones en el mercado internacional, escenario que todo indica se mantendrá en los próximos meses, por lo que Cuba, al desaparecer como exportadora que llegó a producir más de 8 millones de toneladas en 1990, pierde la posibilidad de obtener los enormes beneficios de esta favorable coyuntura comercial, además de sufrir daños colaterales por no disponer de caña e instalaciones para elaborar derivados como el etanol, cuya demanda en estos momentos es muy alta y con buenos precios. Ese tipo de desastres con variadas dimensiones, pero siempre con un alto grado de gravedad, se repite en todos los sectores de la economía, por lo que valdría la pena que las autoridades, a la vez que realizan cálculos para medir los efectos negativos del embargo norteamericano, también cuantifiquen los fabulosos costos y perjuicios ocasionados por la irracionalidad e insensatez entronizadas en Cuba por más de 50 años. |