CIUDAD DE MÉXICO, México.- Los hombres de la Brigada de Asalto 2506 abandonaron la costa de Florida la noche del 16 de abril de 1961, pensando que navegarían para liberar a su patria de Fidel Castro Castro. En lugar de ello, navegaron hacia uno de los capítulos más incomprendidos y vilipendiados de la política exterior estadounidense durante la llamada Guerra Fría.
Bautizados como “Brigada de Asalto 2506”, los 1.414 miembros, bajo la supervisión de sus asesores de la CIA, se entrenaron en armas ligeras, demoliciones, comunicaciones y técnicas de insurgencia necesarias para llevar a cabo una invasión.
¿Cómo surge la Brigada?
La Brigada de Asalto 2506 tiene su origen en el esfuerzo de colaboración llevado a cabo en 1959 por el presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para librar a la región del punto de apoyo soviético-comunista abrazado por la Cuba de Fidel Castro.
La operación se denominó originalmente Operación Plutón, más tarde Operación Zapata y se reconoce actualmente por el nombre de Bahía de Cochinos. A la CIA se le encomendó una de sus misiones encubiertas más ambiciosas y dramáticas, que iba a cambiar la historia moderna para siempre.
Aunque fue originalmente concebida como una pequeña fuerza expedicionaria, el grupo creció hasta convertirse en una Brigada de Asalto.
El entrenamiento con las Fuerzas Especiales de élite de EE.UU. tuvo lugar en la isla de Useppa (Florida), Guatemala, Panamá, Puerto Rico y Nicaragua. La edad media de los brigadistas era de 24 años. El mayor era un paracaidista cubano de 54 años condecorado por el Ejército de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial, y el más joven, un estudiante de 15 años que falsificó sus papeles para unirse a la causa.
El plan
El plan originalmente preveía un asalto diurno a la ciudad de Trinidad, cerca de las montañas del Escambray. Pero la administración Kennedy cambió el plan a un desembarco nocturno en Playa Girón, también conocida como Bahía de Cochinos.
Los asesores de la CIA señalaron que este lugar ofrecía una pista de aterrizaje adecuada para volar bombarderos contra los comunistas. Al asegurar la bahía, un gobierno provisional cubano, sancionado por Estados Unidos, podría desembarcar allí para hacerse cargo de la isla cuando el régimen de Castro se desmoronara.
Este gobierno provisional solicitaría inmediatamente el reconocimiento y el apoyo militar de Estados Unidos, dejando el escenario preparado para una “intervención” a gran escala y un levantamiento de masas para librar a Cuba del comunismo.
Los jefes de la Brigada
Como jefe civil, encabezaba la jefatura Manuel Artime, activista católico democrático y antiguo rebelde antibatistiano, fue uno de los que se opusieron a la adhesión de Castro al comunismo. Tras dimitir del gobierno, ayudó a establecer un grupo democrático clandestino en Cuba (el Movimiento de Recuperación Revolucionaria, o MRR) y partió en secreto hacia Estados Unidos en diciembre de 1959.
El jefe militar al frente de la brigada era José Pérez San Román, comandante de la fuerza de invasión del exilio cubano. Se había graduado en la Universidad de La Habana y sirvió como capitán en el ejército de Fulgencio Batista, el antiguo dictador cubano.
A la edad de 28 años, Erneido Oliva González fue el segundo al mando de la Brigada de Asalto 2506 durante la fallida invasión. Dirigió a los brigadistas contra probabilidades abrumadoras. Pasó 20 meses en las cárceles castristas y fue rescatado por Estados Unidos junto a otros miembros de la Brigada.
La invasión
La invasión tuvo lugar el 17 de abril de 1961, y tuvo como centro la pantanosa ensenada infestada de mosquitos en la costa sur de Cuba.
La fuerza de invasión, con cuatro buques de aprovisionamiento, desembarcó al amanecer, con una dotación de 1.414 hombres. Al principio las cosas parecían prometedoras, los aviones estadounidenses atacaron las bases de la fuerza aérea cubana y destruyeron los aviones cubanos en tierra.
Sin embargo, las cosas cambiaron rápidamente a favor de los insurgentes. El presidente Kennedy, en un intento por encubrir el papel de Estados Unidos, canceló inexplicablemente todo el apoyo aéreo estadounidense, dejando a los rebeldes varados en la playa.
El ejército y las milicias cubanas, organizadas por el propio Castro, invadieron el lugar para impedir que los rebeldes penetraran en el interior de la isla. La Fuerza Aérea cubana se unió para ametrallar el lugar del desembarco y los barcos de suministros amarrados en la bahía.
Un barco se hundió y los tres restantes apenas lograron salir a la mar. Sin reabastecimiento ni apoyo aéreo, los hombres de la Brigada de Asalto 2506 lograron resistir durante dos días, hasta que muchos murieron o fueron capturados por las fuerzas procastristas.
Más de cien miembros de la Brigada 2506 perdieron la vida como resultado de la Invasión, incluidos cuatro miembros de la Guardia Nacional Aérea de Alabama y nueve miembros de la Brigada que fueron ejecutados por el régimen castrista (cuatro de los cuales eran miembros de las unidades de Infiltración enviadas clandestinamente a Cuba en las semanas previas a la Invasión).
Los capturados por el régimen de Castro permanecieron encarcelados 22 meses, hasta que la administración Kennedy pagó más de 50 millones de dólares en alimentos, medicinas y efectivo para su liberación.
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