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LA HABANA, Cuba.- Salud y prosperidad son las peticiones que hacen en su peregrinación los devotos de San Lázaro, que cada 17 de diciembre convierten el camino hacia su santuario en la procesión más grande de Cuba. El templo está ubicado en el poblado de El Rincón
Quienes pagan promesas o piden que el santo interceda por ellos se visten con ropa hecha de yute o llevando una prenda morada. Algunos caminan sin zapatos, otros avanzan arrodillados o sobre su cuerpo y arrastran pesadas piedras amarradas con cadenas al pie. O simplemente recorren la ruta de unos cuatro kilómetros.
No pocos encienden velas en sus casas durante la víspera. Lo cierto es que hoy en La Habana miles de cubanos visten una prenda en señal de adoración al más pobre de sus santos.
Todos quieren mostrar el sacrificio que son capaces de hacer ante el Dios Milagroso, como también llaman a San Lázaro, por su mediación.
Desde el mes de noviembre comienzan los fieles de todo el país la peregrinación hacia el templo católico, la cantidad de peregrinos aumenta en los días cercanos al 17 de diciembre. Según el Padre Sergio Cabrera, rector del Santuario, “es un lugar referencial para todas la personas que creen”.
En entrevista concedida a CubaNet, el Padre Cabrera comunicó que los datos procesados durante la primera actualización que realiza la Iglesia este año, muestran que entre los días 13 y 14 asistieron más de 26 mil personas a rendir tributo a San Lázaro.
La estadística llevada por la Iglesia como medidor de la religiosidad, se archiva de manera anual desde septiembre de 2012.
De acuerdo a las cifras aportadas por el Padre Cabrera, en 2013 se registró la mayor asistencia, con 1 015 249 de visitantes. En 2014 el número de visitas descendió a 966 944 y en el año en curso, finalizado noviembre, alcanzaba 628 346 feligreses contabilizados. Lo que significa un decrecimiento de la asistencia en el periodo analizado.
El Padre Cabrera advirtió que “las emulaciones religiosas” no son de su gusto, pero: “Evidentemente a este lugar quizás vienen muchas más gentes que a El Cobre, porque está situado en la capital, por donde pasa todo el mundo. A El Cobre es mucho más difícil ir. Pero yo diría que la identidad religiosa en Cuba tiene dos figuras fundamentales: primero la Virgen de la Caridad, y después San Lázaro”.
El clérigo explicó que la iglesia no se concentra solo en el culto a San Lázaro; también tiene proyectos sociales como una guardería que en estos momentos cuida 43 niños de madres solteras con problemas sociales. Ayuda a 454 personas todos los meses con algo de dinero y a veces, cuando se puede, se les entregan insumos.
Añadió en la entrevista que también existe un proyecto para veinte ancianos sin recursos y otro proyecto de educación de valores, de repasos (académicos) que involucra a 140 muchachos del pueblo.
“El Rincón es una realidad que vincula el Dios de la Misericordia con el necesitado”, concluyó.
La peculiar fe de los cubanos
Los cubanos creyentes asumen la devoción por San Lázaro de manera peculiar, mezclando el catolicismo con las religiones afrocubanas que lo asociación con Babalú Ayé, orisha popular de la Santería. Para un amplio sector poblacional, menos creyente, se trata simplemente de “el viejo”, con cuya imagen de penuria y enfermedades se sienten identificados.
Aunque la mayoría de los fieles oran por salud y prosperidad, muchos incluyen la emigración entre los milagros que piden a San Lázaro.
Una pareja de jóvenes que cumplian su promesas para obtener dos milagros, prefirió no identificarse por su nombre para conceder una entrevista a CubaNet. El muchacho, que arrastraba una piedra junto a su esposa, señaló la salud de su hija como el primer deseo; el segundo, poder emigrar a los Estados Unidos.
Mientras la joven limpiaba con un ramo de hojas verdes el camino a recorrer por el pagador de promesas, dijo a CubaNet que tenían la esperanza de que San Lázaro los ayudara con el proceso de reunificación familiar que iniciarán el próximo año.
Fuera, a la izquierda de la iglesia, hay una fuente de agua y una ceiba donde algunos peregrinos realizan un ritual religioso, encienden velas y golpea el árbol para ser escuchados. Tambien cogen agua de la fuente para que sea bendecida por el cura del Santuario.
Kirenia es una de los tantos que encendieron velas al pie de la ceiba, para luego dar una vuelta alrededor del árbol, siempre con las palmas de las manos pegadas a su tronco.
“Cuando llegamos y cuando nos vamos siempre damos unas palmadas con las dos manos, para identificarnos, para que sepa (el santo) quién es. Aquí pedimos y prometemos a cambio”, dijo.
Una señora con una escobilla de racimos de palmiche en sus manos dijo a CubaNet: “Desde el 80 barro promesas aquí –barre el suelo delante de los pagadores de promesas–porque San Lázaro me curó de una enfermedad grave; los médicos lo estaban matándome, decian que era esquizofrénica paranoica”.
Al preguntarle sobre la coincidencia de la fecha en que se homenajea al Santo y el restablecimiento de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, dijo: “Sintieron (el gobierno norteamericano) el amor de nosotros. Estoy alegre de que haya paz, porque al final todos somos hermanos. Estoy contenta que se hayan hecho amigos de Cuba”.
El joven José Antonio Beltrán Medina, expresó a CubaNet que el aniversario del restablecimiento de relaciones, “significa mucho para Cuba y Estados Unidos (…) A veces quisiéramos viajar a otros países para ser otro tipo de personas, menos pobres”, añadió.
La jornada de la víspera de San Lázaro se vivió con un ambiente festivo en el poblado de El Rincón, donde compartieron espacio vendedores de flores y objetos religiosos, y se observo la competencia entre la gastronomía estatal y la oferta de los vendedores privados, en medio de un amplio dispositivo de seguridad de la policia.