LA HABANA, Cuba.- Este viernes 6 de mayo el periódico Granma publica el trabajo “Sin el temor a la palabra abierta”. Se trata de dar a conocer el inicio de un ciclo de encuentros que se celebrarán los primeros jueves de dada mes en la sede habanera de la Sociedad Cultural José Martí.
El día anterior se había efectuado la primera de las conferencias, titulada “Cultura y Nación: el misterio de Cuba”, la cual fue impartida por Abel Prieto, asesor de Raúl Castro para asuntos culturales. Según Granma, el objetivo de estos encuentros será debatir, sin temor a la palabra abierta, temas candentes como el acervo martiano, así como la historia y la cultura cubanas.
A esta primera actividad asistieron varias figuras de la cultura oficial, entre ellos Miguel Barnet, Graziella Pogollotti, Eduardo Heras León, Armando Hart, el presidente del Instituto Cubano de Historia, René González Barrios, y el abogado e historiador Ernesto Limia Díaz.
De lo expresado por Abel Prieto, podríamos resaltar lo siguiente: “Estos debates son necesarios. Y es necesario que se sistematicen, y que se hagan en espacios de la Revolución, sobre todo en momentos como este, en que el clima cultural nos tiene sometidos a una lluvia de información dispersa, que no permite a los jóvenes discernir entre lo desechable y lo fundamental; entre lo olvidable y lo retenible”.
Sin embargo, en el mismo momento en que los lectores de Granma se enteraban de que el señor Abel Prieto y compañía inauguraron un espacio para un supuesto libre flujo de la palabra abierta, los ‘muchachones’ de la policía política se encargaban de montar un operativo para impedir que un grupo de personas dialogaran abiertamente sobre un asunto que a todos nos concierne.
En efecto, la residencia del opositor Julio Aleaga Pesant iba a ser sede de una conferencia que trataría acerca del recién finalizado VII Congreso del Partido Comunista. A la actividad, convocada por la organización Candidatos por el Cambio, estaban invitados periodistas independientes, líderes de la oposición y otros componentes de la sociedad civil. Una cuadra antes de la referida residencia, varios agentes vestidos de civil informaban que la reunión no iba a efectuarse, y conminaban a las personas a que se marcharan.
Al parecer, este tipo de operativos contra reuniones pacíficas se han incrementado a raíz de la visita del presidente Barack Obama, lo cual prueba el temor de las autoridades por el impacto que el mandatario estadounidense pueda haber ejercido sobre la población cubana.
De todas formas, sería conveniente que Abel Prieto y el general Carlos Fernández Gondín se pusieran de acuerdo para que las acciones de uno no contradijeran las palabras del otro casi en un abrir y cerrar de ojos. Aunque, pensándolo bien, el asesor de Raúl aclaró que los debates deben hacerse “en espacios de la Revolución”. Y ya sabemos desde 1961, cuando Fidel Castro pronunció las Palabras a los Intelectuales, lo que eso significa.