LA HABANA, Cuba.- La filmación de “Rápido y furioso 8” en Cuba quizás clasifique entre las aventuras más rentables para Hollywood. La razón: el escenario seleccionado, no por azar, es uno de los más baratos del mundo, sobre todo porque su gente es fácil de convencer con un simple papel que se parezca a un contrato serio.
A pesar de que un par de dueños de almendrones cobrará cerca de 100 000 dólares por el uso y destrucción de sus autos, hay otros cubanos enrolados en la producción, ya como personal de apoyo, ya como simples extras, que con suerte llegarán a ver un minúsculo por ciento de esa cifra.
Incluso habrá quienes tendrán que conformarse con guardar en sus gavetas, como estricto recuerdo, el contrato y el acuerdo de confidencialidad como formas simbólicas de liquidación porque, aunque parezca increíble, nada obliga a los productores a realizar pagos, comenzando porque, primero, están amparados por la legislación cubana (según expresa el propio contrato) y, segundo, porque algunos ni siquiera contienen membretes ni firmas y hasta han sido redactados en un lenguaje bien ordinario, a ratos confuso.
Un miembro del equipo de apoyo, que no ha querido revelar su identidad, ha hablado a Cubanet de irregularidades de las que ha sido víctima y testigo. Según esta persona, los primeros días de filmación hubo serios problemas con los almuerzos debido a que los productores solo contrataron alimentos para 200 personas cuando en realidad el número de trabajadores sobrepasaba los 300:
“Muchos tuvimos que pagarnos la comida y aunque reclamamos no resolvimos nada. Todavía no sabemos si nos pagarán lo que fue acordado. Los contratos no están muy claros y los hacen en México, no en los Estado Unidos”.
Alex, un joven universitario que custodia uno de los perímetros de la filmación, también nos ha hablado de la poca confiabilidad de los contratos: “Son de Itaca Films, una productora establecida en México, pero nadie los firma, no tienen ni sellos, no están numerados. Hay gente a las que se les ha pagado fuera de contrato, al cash, que lo he visto yo. Aquí está corriendo dinero pero nadie sabe a dónde irá. Todos estos cierres de calle, la policía custodiando, eso es dinero que Hollywood paga al gobierno. Estoy seguro de que con ellos sí tienen un contrato de verdad”.
¿Cuánto dinero ganará Cuba con estas glamorosas aventuras trans-socialistas? ¿Cuánto se ahorrará la Universal Pictures en este tropical escenario de moda? Es la pregunta que se hacen algunos, incluso hasta en la prensa oficialista.
Mientras tanto, en las calles de La Habana continúa el espectáculo que, en esta nueva entrega de la saga de “The Fast and The Furious”, según narran de manera sintética los productores en los “contratos”, tiene como escenarios las dos “mecas” del antiguo “campo socialista”, Moscú y La Habana, y como argumento, una amenaza de guerra nuclear que habrán de evitar Chanel y las Kardashian, perdón, quise decir Vin Diesel y Michelle Rodríguez.