LA HABANA, Cuba.- Corea del Sur y Cuba han celebrado el primer diálogo entre sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores el domingo en La Habana, rompiendo con décadas de ausencia de intercambios diplomáticos oficiales entre ambas naciones.
El ministro surcoreano de Asuntos Exteriores, Yun Byung-se, llegó a la capital de Cuba un día antes para asistir a la cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), aunque se consideraba que el punto central de su visita de dos días serían las relaciones entre Corea del Sur y Cuba, que hasta la fecha no han establecido lazos diplomáticos. Yun es el primer canciller surcoreano en visitar Cuba.
En el Palacio de Convenciones, Yun se reunió a puerta cerrada con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, en un encuentro cuya duración programada era de treinta minutos pero terminó extendiéndose hasta una hora y quince minutos.
“En los diálogos excepcionalmente largos de 75 minutos, nuestras conversaciones fueron amigables, serias y honestas”, dijo Yun ante los reporteros surcoreanos tras la reunión, añadiendo que ambas partes intercambiaron una gran variedad de perspectivas sobre temas bilaterales, regionales y globales.
El ministro surcoreano no hizo comentarios sobre la normalización de los lazos bilaterales, pero se mostró optimista de cara al futuro.
Yun dijo que espera celebrar diálogos de seguimiento a diversos niveles con miras al futuro, y añadió que el Gobierno surcoreano planea realizar un gran esfuerzo al respecto con el fin de mejorar las relaciones bilaterales.
Cuba reconoció a Corea del Sur en 1949, pero las relaciones diplomáticas han estado interrumpidas desde 1959, cuando Fidel Castro asumió el poder y formó una alianza con Corea del Norte.
La normalización el año pasado de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba generó expectativas de que Corea del Sur, aliado de Washington, podría también establecer lazos diplomáticos con el país insular. Sin embargo, los funcionarios surcoreanos se han mostrado cautelosos ante tal optimismo, apuntando que la sólida alianza entre Cuba y Corea del Norte se inició con el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1960.
La visita de Yun a La Habana se produjo cuando Corea del Sur ha estado forjando fuertes lazos con países que tienen tradicionalmente relaciones estrechas con el Norte, como Uganda e Irán.
El ministro dijo que enfatizó el hecho de que, pese a que las relaciones entre ambos países están avanzando suavemente en diversos campos, es hora de centrarse más en el potencial que tienen los dos, expresando las ideas que tiene Corea del Sur para encaminarse hacia esa dirección.
Yun añadió que sintió desarrollarse una proximidad entre ambos países, tal como quedó reflejado en la cortesía mostrada por el Gobierno cubano durante su asistencia a la cumbre de la AEC y en el tiempo adicional dedicado a los diálogos.
Corea del Sur no está entre los 25 países miembros de la asociación, pero ha asistido a la reunión como observador desde 1998.
Yun dijo a Rodríguez que Corea del Sur está estudiando activamente las maneras de contribuir a los esfuerzos de Cuba para afrontar los efectos dañinos del cambio climático en la región, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Seúl.
Rodríguez agradeció a Yun sus comentarios y dijo que tiene grandes expectativas de trabajar con Corea del Sur en temas de cambio climático y desarrollo sostenible, dos de los principales temas de la agenda de la cumbre de este año.
Antes de concluir su viaje, Yun sostuvo un encuentro con habitantes de etnia coreana en Cuba en un centro cultural establecido en 2014 con la asistencia del Gobierno surcoreano.
Según el ministerio, en la actualidad hay unos 1.104 habitantes en Cuba de etnia coreana que descienden de la primera generación de inmigrantes coreanos que se trasladaron de México a Cuba en 1921 para trabajar en campos de caña de azúcar.
Este año marca el 95 aniversario del asentamiento de los primeros inmigrantes coreanos en Cuba.
Yun alentó a los líderes de la comunidad de etnia coreana y subrayó las contribuciones que hicieron sus antepasados para luchar por la independencia de Corea del dominio colonial de Japón entre 1910 y 1945. Asimismo, elogió los esfuezos de la comunidad coreana para preservar su identidad étnica.
Entre los asistentes estaba el hijo del primer líder de la comunidad coreana, Lim Cheon-taik, quien recaudó fondos para el movimiento de independencia de Corea del Sur y luchó por los derechos de sus compatriotas en Cuba.
El Gobierno surcoreano concedió una orden a Lim en 1997 y enterró sus restos mortales en un cementerio nacional en 2004.
(Yonhap News)