LA HABANA, Cuba.- Una vez más, la inestabilidad y falta de experiencia afectaron al conjunto cubano de voleibol masculino, en lo que pudo haber sido un partido revancha ante su par estadounidense, correspondiente a la serie de dos juegos amistosos disputada en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana.
Tras un comienzo impetuoso en el primer set, la escuadra cubana cedió 25-21 a pesar de las imprecisiones en saque de los jugadores estadounidenses. Solo en el parcial abridor los visitantes regalaron 9 puntos en errores de servicio, pero compensaron con un bloqueo muy preciso, ataques demoledores y el buen funcionamiento de sus centrales en recepción y defensa.
Cuba ganó un sufrido segundo set 26-24, con protagonismo de Osniel Melgarejo, Luis Sosa y Richard Calvo en ataque. Sin embargo, los saques perdidos, un deficiente trabajo en la recepción de balones y un Rolando Cepeda carente de efectividad, posibilitaron que el marcador en el tercer parcial se abriera peligrosamente, favorable a Estados Unidos. La victoria de los norteamericanos, 25-17, fue lapidaria para los jóvenes de casa, que no lograron reorganizarse y detener la ofensiva del conjunto contrario.
Por Estados Unidos, el acorazado Paul Lotman marcó más de diez puntos en ataque y funcionó como una sólida muralla encima de la net, frenando los remates zagueros del desgastado equipo cubano. La barrida concluyó en el cuarto set (25-18), una verdadera panacea para los norteamericanos que demostraron ser muy superiores ante un line up que necesita más fogueo con nóminas de primer nivel.
Si algo positivo ha resultado de ambos choques, es la certeza de que Osniel Melgarejo -12 puntos en ataque- está listo para hacer el equipo Cuba. El resto de los atletas posee un enorme potencial que debe ser ejercitado de cara a las Olimpiadas, no sea que los titulares de casa lleguen a la magna cita como los describió el coach Rodolfo Sánchez: “cansados de tanto jugar en las ligas foráneas”.