LA HABANA, Cuba.- En la recta final del segundo período de Barack Obama, el gobierno cubano parece desperezarse, al cabo de año y medio aletargando el impulso provocado por las órdenes presidenciales para facilitar la política pueblo a pueblo y la pujante expectativa comercial e inversora de las empresas de Estados Unidos. En el tercer encuentro de la Comisión Bilateral a mediados de mayo, en La Habana, se estableció el calendario para las visitas y las rondas de conversaciones sobre temas de interés de cada una de las partes.
Apenas queda tiempo útil antes de las convenciones de los Partidos Demócrata y Republicano para las respectivas nominaciones presidenciales en julio, las vacaciones de agosto, y la intensa campaña electoral hacia las elecciones de noviembre. Los dirigentes cubanos mantienen su freno, al parecer confiados en que Hillary Clinton continuará el curso de Obama, o que Donald Trump procurará imprimir su sello, pero que después de enero de 2018 el proceso será irreversible. Los legisladores, empresarios y todos los implicados en los avances de Estados Unidos se han esforzado por lograr resultados mediante acuerdos, la aprobación en el Congreso de la libertad de viajes a todos los norteamericanos y abrir el camino para el levantamiento del embargo a corto plazo.
El gobernador de Missouri llegó a fines de mayo con una amplia delegación para un foro empresarial y una donación de 20 toneladas de arroz. Jeremiah Nixon fue el quinto gobernador en arribar con sus huestes. Antes estuvieron Andrew Cuomo de Nueva York, Asa Hutchinson de Arkansas, Greg Abbott de Texas y Terry McAuliffe de Virginia. Un encuentro técnico para intercambiar sobre las posibilidades de cooperación en el enfrentamiento del terrorismo se efectuó el 8 de junio en La Habana.
Los cubanos finalmente se lanzaron hacia el Norte. Rodrigo Mamierca, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, abrió el desfile en febrero. En la primera quincena de junio viajón una delegación de las Tropas Guardafronteras por invitación de la Guardia Costera de EE UU; así como Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de Agricultura, y Roberto Morales, ministro Salud Pública, quien firmó un memorando de entendimiento con Sylvia Mathews Burwell, secretaria de Salud de EE.UU., para combatir las enfermedades tropicales y el cáncer. También viajó recientemente al país norteamericano Antonio Becali Garrido, presidente Instituto Nacional de Deportes (INDER).
Las actividades son intensas en Estados Unidos. American Airlines, Frontier Airlines, JetBlue Airways, Silver Airways, Southwest Airlines y Sun Country Airlines fueron autorizadas por el Departamento de Transporte para operar vuelos comerciales directos. Desde Miami, Fort Lauderdale, Chicago, Philadelphia y Minneapolis volarán a Cienfuegos, Holguín, Matanzas, Santa Clara y Camagüey, dentro de tres meses. La Habana aún no se ha distribuido. Las aerolíneas se preparan para el gran incremento de viajeros resultante del levantamiento de la prohibición a los norteamericanos de hacer turismo isleño, y para transportar cargas también. No obstante, las dificultades logísticas son grandes en Cuba por la carencia de aeropuertos y equipamiento adecuados para la seguridad y los servicios, y del personal con la formación requerida.
El Banco Stonegate, basado en Pompano Beach, facilitó una tarjeta de crédito a partir del 15 de junio a los viajeros estadounidenses para realizar compras en negocios del Estado cubano y también en establecimientos privados. Mientras, Western Unión ampliará los envíos a Cuba mediante aplicaciones de móvil o su website. También se conoció la compra de 7 600 toneladas de aceite de soya a comienzos de junio, la primera realizada en los últimos cinco años.
Por su parte el Consejo de Exportación del Presidente (President’s Export Council) envió el 8 de junio una carta a Obama con recomendaciones para maximizar el impacto de los cambios por sus órdenes ejecutivas. Propuso considerar a Cuba como un centro de logística regional y de la cadena de suministro para América Central y el Caribe, teniendo en cuenta las facilidades que ofrecería el puerto de Mariel, y presentar una evaluación de los retos y oportunidades que representa en la cadena de suministro durante la VIII Cumbre de las Américas a realizarse en Lima, Perú, en marzo de 2018.
El Consejo recomendó igualmente continuar explicando a las instituciones financieras que las operaciones con personas de Cuba están de acuerdo con las leyes y regulaciones de Estados Unidos, según los cambios regulatorios promulgados para procesar las “U-turn transactions”. Según los expertos, las obras en infraestructura brindan importantes oportunidades para las relaciones bilaterales, teniendo en cuenta que Cuba realiza nuevos proyectos donde los negocios norteamericanos pueden ofrecer tecnologías de punta.
Según los asesores de Obama, el gobierno cubano debería continuar atendiendo las barreras comerciales mediante la actualización de su sistema legal y regulatorio; y debería seguir los diálogos económicos bilaterales, incluyendo el Diálogo Regulatorio.
Finalmente, Obama fue aconsejado para comprometer al Congreso a identificar un cronograma para acciones legislativas comenzando este año, que culmine en el levantamiento total del embargo y la eliminación de las restricciones de viaje lo antes posible.
La telaraña legislativa está siendo desbrozada del lado norteamericano con mayor celeridad que la parte cubana, que acompaña sus contradictorias leyes y reglamentos con las dilaciones resultantes del recelo al extranjero, los temores de abrir la sociedad para no perder el poder absoluto, la imposibilidad de los dirigentes sectoriales de tomar decisiones, la incapacidad de interactuar con las relaciones económicas y comerciales del desconocido mundo actual, la burocracia, y la debacle económica nacional que no logran resolver; todo en el período de cambio vital ineludible.