LA HABANA, Cuba, 12 de agosto (Eugenio Leal, 173.203.82.38) -Desde el 24 de junio y hasta mediados de septiembre se expone en el antiguo Palacio del Conde Lombillo; situado en la calle Mercaderes esquina a Empedrado, en la Plaza de La Catedral, en Ciudad de La Habana, la muestra plástica personal “Buscando la Luz, de la serie Juegos Medievales” del artista Orlando Barroso González (La Habana, 1974).
Según el libro de Génesis, Dios inició la Creación cuando dijo: Hágase la luz. De modo que la evocación a la luz ha sido un tema recurrente en la iconografía religiosa y en la plástica en general.
Barroso nos presenta ocho lienzos marcados con el sello de los detalles y el preciosismo de las escuelas europeas del Medioevo. Demuestra un profundo estudio, dominio e influencia de la escuela flamenca. De ella nos recuerda, en particular, a Jan van Eyk (1340-1441) y Pedro Pablo Rubens (1577-1640). También se percibe la influencia del pintor italiano Rafael (1483-1520). A su vez, la luminosidad y despliegue de colorido están asociados con el pintor francés Eugenio Delacroix (1798-1863) considerado el padre del romanticismo.
Según nos dice en la presentación del catálogo Antonio Fernández Seoane, en el texto “Buscando la Luz, una batida para el definitivo reconocimiento”: Orlando Barroso, con Buscando la Luz tratará de insertarse en el espectro de la actual actividad plástica con un perfil más sólido, contundentemente definido y abarcador de esa batida para el lógico reconocimiento que deberá, definitivamente, otorgársele.
A su vez, Hortensia Montero Méndez en el texto “Mientras se sueña despierto” plantea: A primera vista su obra se podría leer como una radical reinvención de la cotidianidad. En ella se intuye una redisposición de los aspectos funcionales convencionales a contrapelo de los hábitos y las convenciones que el ser humano ha consensuado a través del tiempo. Resulta significativo como en algunas obras se invoca un nuevo orden, absurdo, que no constituye necesariamente un caos violento, sino que a partir de ciertas premisas se delata la naturaleza arbitraria de las convenciones con respecto a los personajes y los objetos que le rodean,”
Buscando la Luz es un llamado a la introspección. A iluminarnos de la frontera de nuestra piel hacia adentro. Para reencontrar los genuinos valores y transmitirlos. Precisamente, cuando la crisis del país ha tocado fondo, y son necesarias trasformaciones económicas, políticas y sociales, resulta significativo que las tres obras realizadas éste año se nombren: Esperanza, Libertad para el alma y Paz en la tormenta.
Orlando Barroso se graduó como pintor y dibujante de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENA), en 1993. Es miembro del Fondo Cubano de Bienes Culturales.
Cuenta con once exposiciones personales en Cuba y quince colectivas en: Cuba, México, y República Dominicana.