LA HABANA, Cuba, agosto (173.203.82.38) – El combatiente de la revolución, Aladino del Toro Salinas, de 73 años, primo del General de División Ulises Rosales del Toro, fue acusado de acoso sexual a una niña de su vecindad, y también a sus tres nietas. Las víctimas residen en el barrio Parcelación Moderna, municipio Arroyo Naranjo.
La acusación fue hecha oficialmente el 20 de abril de 2011 por Marlloris Pantoja, madre de tres de las niñas y ex nuera de Aladino del Toro, en la unidad de policía Capri, del propio municipio.
El escándalo se desató cuando la mayor de sus hijas, de trece años, confesó a una vecina los frecuentes abusos por parte de su abuelo desde que tenía cinco años, en ocasiones en presencia de sus dos hermanas, de tres y nueve años.
“Mi hija confesó ante la psicóloga de la policlínica Céspedes Argote por qué había callado todo este tiempo mientras el abuelo le tocaba sus partes, la amenazaba con tomar represalias contra ella si decía algo, incluso contra mí”, dijo a este reportero Pantoja Escalona.
Las niñas fueron citadas los días 6 y 13 de julio a un peritaje psicológico en el Centro de Víctimas del Ministerio del Interior (CPNNA). Según Marlloris, un equipo integrado por sociólogos y psicólogos “grabaron el video de la entrevista en un CD y se dictaminó que las niñas decían la verdad”.
Según la ex nuera de Aladino del Toro Salinas, éste aún permanece en libertad con una medida de alejamiento: “El caso está en manos de la instructora Pilar y la teniente coronel Rosalina, ambas de la unidad de la policía capitalina de Acosta y Diez de Octubre”.
Marlloris está bajo tratamiento psiquiátrico, y según dice, no cuenta con el apoyo del padre de sus hijas (hijo de Aladino), un oficial de la Contra Inteligencia Militar nombrado Rolando del Toro, condenado en 1992 por el tribunal provincial de Santiago de Cuba a dos años de prisión por malversación al sector turístico.
“Si mi ex suegro fuese un delincuente común ya estuviera preso. Pero como se trata de un combatiente de la Revolución, sigue libre” -agrego Marlloris.
Este reportero decidió no publicar los nombres de las menores acosadas sexualmente. Los padres de la otra víctima, también de 13 años, están pendientes del caso pero no quisieron aportar declaraciones por temor a represalias.