MIAMI, Florida, noviembre, 173.203.82.38 -Hasta hace pocas semanas si usted ponía el nombre de Leonila Hernández Sánchez para realizar una búsqueda en Google, es muy posible que el resultado hubiera sido nulo. Hoy con solo teclear el sobrenombre por el que la conocen sus íntimos, seguido por el de Cuba, aparecerá enseguida acompañado de la noticia por el que ha sido lanzada esta cubana emigrada, del anonimato a la publicad mediática.
Nila es la esposa del conocido actor cubano Tony Cortés, radicado en Miami. Muy popular en su tierra desde que se iniciara en la actuación siendo un niño, Tony transitó por la televisión en series y novelas en las que realizó el papel protagónico. Del lado del Corazón, Rosas a Crédito o El año que viene, con su inolvidable papel de Chiripazo, conforman algunas de sus apariciones más recordadas. El artista puso a prueba su versatilidad cuando logró conformar un grupo musical del que fuera director y cantante. Ya en el exilio lo hemos visto superar la difícil barrera que significa para los artistas venidos de la Isla hacerse de un sitio en el competitivo mundo del espectáculo. La Flor de Hialeah dio la oportunidad a Tony para insertarse en el espacio audio visual miamense.
Recientemente Tony Cortés mostró una nueva faceta en su quehacer artístico mediante la producción fílmica. La serie Sobre mis pasos irrumpió sorpresivamente en un canal hispano de Miami logrando centrar la atención de una teleaudiencia dividida entre detractores y defensores del material. Los cortos habían sido realizados por el actor en dos viajes hechos a Cuba, después que las autoridades de la Isla le concedieran el permiso de entrada. Fue una visita precedida de amargos momentos ante las negativas a cada petición de ingreso al país natal. Por tal impedimento Tony no volvió a ver a su padre con vida.
Aunque la polémica levantada en torno a Sobre mis pasos, en cuanto al contenido y producción, merece un detenimiento particular, no pueden pasarse por alto ciertos detalles sobre lo que parece ser el origen del trance represivo ocurrido con Leonila. Los críticos del trabajo aducen que en los diferentes segmentos de este recorrido filmado desde Occidente al Oriente cubano, no apareciera ante la cámara la dura realidad que viven los de la isla: el hambre, el descontento de la gente. También la ausencia en sus cuadros de quienes luchan contra el actual estado de cosas. El Vía Crucis que precedió al desenlace actual llegó cargado de acusaciones, insinuaciones demasiado directas y la crítica descarnada contra la persona de Tony por parte de algunas figuras del mundo político e intelectual del exilio. Los ataques, desmedidos en algunos casos, tienen algo en común con la intolerancia y el odio con el que cargan sus discursos los intolerantes de la otra orilla. Así lo ha señalado el agraviado.
Pero lejos de una defensa o exposición de la razón que tengan o no los que critican el trabajo realizado por de Tony Cortés, ahora se trata de algo mucho más importante. La señora Leonila Hernández fue detenida el pasado 12 de octubre, justo al día siguiente de su arribo a la capital cubana, y conducida a las mazmorras de Villa Maristas. Nila se encuentra en el cuartel de la policía política de La Habana, acusada de actos económicos ilícitos y difusión de noticias falsas. El gran desliz de esta cubana fue visitar a su madre luego de cumplir cinco años de residencia en Estados Unidos.
El abarcador rango que suelen adquirir estas figuras delictivas en manos de una justicia sin control resulta preocupante y no debe ser tomado a la ligera, sobre todo si existe el ánimo de realizar un procesamiento jurídico contra la detenida. En Cuba todo puede resultar ilícito. Basta que al gobierno le convenga darle esas dimensiones a un acto cualquiera. En cuanto a la difusión de noticias falsas ya se sabe la idea que tiene el sistema totalitario sobre el ejercicio informativo, sea para trasmitir, recibir o simplemente opinar. Ocurre que en este hecho pareciera tratarse de una especie de venganza contra el verdadero transgresor que se limitó a exponer la realidad del cubano de a pie en el conjunto recogido bajo el título Sobre mis pasos.
Por otro lado resulta inexplicable que sean tildados de falsos los argumentos que los críticos de la otra orilla han usado para menoscabar la obra de Tony. Sería más acertado creer que otra serie de materiales, esta vez dedicados a la cruda situación que enfrentan los emigrados cubanos en diferentes puntos de América: México, República Dominicana o Ecuador, así como episodios en Venezuela o Islas Caimán o Haití en situaciones similares, sean la causa del malestar de los oficiosos castristas.
Más allá de averiguar dónde se encuentra el punto considerado como falsedad molesta para los intereses del sistema vigente en Cuba, queda la defensa irrestricta del derecho a informar y divulgar, que en la Isla se persigue al punto de querer silenciar a los que lo hacen fuera de ese entorno tiránico. Hasta ese punto llegan los agentes de la maquinaria represiva, que no dudan en acudir al secuestro intimidatorio contra quien ejerce ese derecho. Lo hacen de manera perversa tomando en su lugar a un familiar (la esposa), a la que otorgan primero el permiso de entrada para una vez en su terreno atraparla y entramparla.
El caso de Leonila Hernández ha recibido atención de numerosos medios en la Florida. Entre ellos el Canal 41, el propio Mega 22 donde Tony expusiera sus documentales y que hace pocas semanas suspendiera dicho programa de manera abrupta, con la excusa vaga del “final de la temporada”. Cabe destacar el papel informador de la página Cubanet que desde el principio mantiene cobertura sobre la noticia y los informes de la prensa independiente que mantienen el alerta. Igualmente destaca el actor la postura de la organización de expresos políticos Plantados.
Pero el mayor agradecimiento de Tony y su familia va dirigido al esfuerzo solidario de los que desde Cuba denuncian el caso de Leonila. Son las mismas voces reclamadas por los cruzados que criticaron su ausencia en la serie de marras. Ignacio Estrada, Wendy Iriepa, Yoani Sánchez y Sara Marta Fonseca que han difundido la noticia al mundo. La reconocida bloguera, mediante twitters, dio a conocer la detención casi al momento de producirse. De esta campaña solidaria poco o nada refieren aquellos que desataron el vendaval acusatorio contra Tony. Permanecen callados, imperturbables, ante la azarosa situación de su mujer, llegan al extremo de usar el desgraciado asunto para hacer chistes de muy mal gusto que sirven de ayuda a los sicarios del castrismo. Son estos los que deben sentir el rechazo por la injusticia y el reclamo unido por la liberación de Leonila.