MIAMI, Estados Unidos.- Las violaciones de los derechos religiosos y de culto en Cuba se incrementaron en 2017, de acuerdo a un nuevo reporte sobre la libertad religiosa en la isla comunista, publicado por la organización Solidaridad Cristiana Mundial (CSW, por sus siglas en inglés).
La entidad, con sede en Gran Bretaña, realizó la denuncia este jueves, detallando que entre enero y diciembre se registraron 325 violaciones a los derechos religiosos y de culto, un aumento en comparación con 2014 (220).
Entre las violaciones, se cuenta la severa restricción a eventos religiosos públicos, y cita el caso de la interrupción de un evento de culto interconfesional en el Oriente de Cuba, pese a que el evento había recibido permiso anticipado de las autoridades locales.
Los incidentes reportados por CSW involucran a iglesias enteras, y a docenas de feligreses en los casos de detenciones. La organización señaló asimismo que decenas de mujeres vinculadas a las Damas de Blanco y un gran número de activistas son detenidos cada semana cuando se dirigen a la misa dominical matutina, así como otros eventos religiosos entresemana.
Por otra parte, activistas de derechos humanos vinculados a organizaciones religiosas han sufrido una particular represión por parte del Gobierno, intentado aislarlos no solo de la sociedad sino también de sus comunidades de culto.
CSW destacó en su informe que uno de los problemas más acuciantes de varios grupos religiosos en Cuba es el no reconocimiento legal por parte de instituciones.
Algunos de ellos, como los testigos de Jehová, no han podido volver a registrarse con el Ministerio de Justicia, convirtiéndolos técnicamente en ilegales.
Al Movimiento Apostólico, por ejemplo, le ha sido negado el derecho a registrarse. Antigua Iglesia Católica por su parte espera una aprobación desde 2007.
El informe de CSW apunta que muchas iglesias cubanas han estado esperando más de dos décadas por un permiso legal para existir, algo que ha obligado a muchas a reunirse ilegalmente y al mismo tiempo volverse vulnerables a la confiscación o demolición de sus templos.
Mientras, la Asociación Libre Yoruba Afrocubana no se registra para mantenerse independiente del control gubernamental.
Pese a que en general los grupos religiosos sufren violaciones de sus derechos, son más vulnerables los no registrados.
El informe menciona asimismo los casos de hostigamiento a varios líderes religiosos, así como a misas y otras actividades de las congregaciones.