LA HABANA, Cuba.- “Nunca pensé que estaría pasando por esto de nuevo, me parece increíble”, dice con voz entrecortada Mirielis Amador Oviedo, a quien le parece haber retrocedido en el tiempo. Su situación de vivienda se ha vuelto a complicar, cuando para ella ese tema parecía solucionado.
Tiene 25 años de edad y es madre soltera de tres pequeños de los cuales el mayor no excede los tres años. En 2015, su casa, ubicada en el municipio San Miguel del Padrón, se vino abajo, y a pesar de las gestiones que realizó las autoridades no solucionaban su caso.
“Mi casa estaba en San Francisco de Paula, era de madera, pero estaba muy vieja y la madera estaba podrida, por eso un buen día se cayó, y menos mal que yo no estaba adentro. Ahí comencé a hacer gestiones en el Gobierno Municipal, pero como no me hacían caso, entonces me colé con los niños en un consultorio médico y allí estuve como dos días, hasta que apareció la jefa del Gobierno Municipal y me dijo que saliera que ella me iba a dar un albergue y así fue”, refleja Mirielis.
Según comenta, 72 horas después de haber salido de aquel consultorio médico, donde se había introducido ilegalmente, las autoridades le entregaron una espaciosa vivienda de dos cuartos en el albergue Bahía-Plaza, en el municipio Habana del Este.
“A pesar de que me habían dicho que esto solo era por tres meses, me iba de maravillas y estaba súper contenta, pero parece que a algún dirigente le hacía falta la casita para un amigo o para vender dicha capacidad del albergue, y desde ese momento comenzaron de nuevo mis agonías por el tema de la vivienda”, afirmó.
De acuerdo con su testimonio, la mudaron hacia otro albergue ubicado en su propio municipio San Miguel del Padrón, donde según destaca “supuestamente estaría más cómoda y resultó ser todo lo contrario”.
“Pero mi error fue haber aceptado la oferta sin saber para donde iba. ¿Pero cómo iba a imaginarme yo que me estaban engañando?’’, dijo.
La instalaron junto a sus tres hijos menores en el albergue conocido como “La California”, en una pequeña casa en “pésimas condiciones” y con una sola habitación.
‘’Además de pequeña, esto se moja completo; aquí no hay condiciones para vivir, y por causa de esta situación mis hijos no salen del hospital. Cuando llueve tengo que estar corriendo las camas de un lado para otro. Esto ya lo planteé en la Vivienda y en el Gobierno Municipal y me dijeron que me la iban a arreglar, que no me preocupara, pero ahora resulta que en una reunión con el delegado me dijeron que eso no es así como así, y como si fuera poco el mismo delegado me dijo que me iban a desalojar porque este albergue es solo para personas enfermas”, apuntó.
Aunque en este momento este es su mayor problema, define que no es el único, pues las carencias que enfrenta es otra de las cosas que no sabe cómo va a resolver ante las falsas promesas del Estado.
“En el Gobierno me dijeron mentiras, que me iban a dar refrigerador, cama, colchón y otras cosas, y no me han dado nada, lo único que me dieron fue una cocina de táctil, tres cazuelas, una cafetera, unos pulovitos para los niños, una sobrecama y una sábana que no sé dónde las voy a poner porque nosotros dormimos sobre unos cartones. Sinceramente te digo que en cualquier momento me planto con los niños en la sede del Gobierno, ahora soy yo la que no quiere seguir albergada en las condiciones que estoy conviviendo”.
Por su parte una funcionaria de Albergues, en la Dirección Municipal de la Vivienda, la cual prefirió no ser identificada por miedo a represalias, explicó a este medio que en el caso de Mirielis se siguieron todos los procedimientos correctos atendiendo a su lugar de residencia, y destacó que todo se hizo pensando siempre en su bienestar y en el de sus hijos. En ese sentido, la misma además indicó que por ser un caso social tiene prioridad, “pero todo a su debido tiempo”.
“Primero que nada es necesario aclarar que el traslado de albergue se llevó a cabo para comodidad de ella, ya que la misma siempre residió en este municipio y se encuentra inscrita en la libreta (de racionamiento) de su mamá, que también reside en el municipio San Miguel, por tanto, ya no tiene que venir de tan lejos a buscar sus mandados. Además aquí hay un policlínico cerca y ella tiene tres niños pequeños, donde estaba albergada le quedaba más lejos para cualquier urgencia”.
“Con respecto al tamaño del apartamento, es cierto que es un poco más pequeño en comparación con el otro, pero eso no quiere decir que ella va a vivir ahí toda la vida, esto es solo temporal, en cuanto tengamos una vivienda disponible se la daremos. No quiere decir tampoco que no vamos a mejorarles las condiciones del inmueble donde reside actualmente, pero todo es paso a paso”.
“En cuanto al desalojo, eso no es cierto porque el delegado no es quién para desalojar a nadie, ni tan siquiera está facultado para informárselo a la persona en cuestión, eso sólo lo hacemos nosotros con las autoridades pertinentes (La Policía), pero no es su caso, así que investigaremos de donde salió ese planteamiento”, aseguró la funcionaria.