LA HABANA.- Miguel Díaz-Canel es el nuevo presidente del Consejo de Estado de Cuba. Raúl Castro lega la continuidad a los elegidos y ratificados por la Asamblea Nacional del Poder Popular. Salvador Valdés Mesa ascendió a vicepresidente primero. José Ramón Machado Ventura cesó como vicepresidente del Consejo de Estado, pero Ramiro Valdés se mantiene en esa instancia y Guillermo García permanece como miembro, ambos aferrados al poder con el pretexto de representar la generación histórica de la Revolución.
En el Consejo de Estado sobresalen las ausencias de la vicepresidenta Mercedes López Acea, miembro del Buró Político y primera secretaria del Partido Comunista en La Habana, muy asidua en los medios cubanos principalmente en el último año; y los miembros Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Ministros al frente de la ‘Actualización’ del modelo económico, el general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, viceministro primero de las Fuerzas Armadas, y Adel Yzquierdo, ministro de Transporte y exvicepresidente del Gobierno.
En las vicepresidencias se destaca la carrera meteórica de Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud Pública, miembro del Buró Político, que parece muy cercano a Díaz-Canel, y la promoción de la miembro Inés María Chapman, presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, procedente del terruño natal del general en Holguín y coincidente con Díaz-Canel en su época de primer secretario en esa provincia; y el ingreso de Beatriz Johnson Urrutia, presidenta del Poder Popular en Santiago de Cuba. Fue ratificada Gladys Bejerano Portela, contralora general de la República, próxima a Raúl Castro.
Esteban Lazo Hernández fue ratificado como presidente de la Asamblea Nacional, Ana María Mari Machado, vicepresidenta, y Miriam Brito Sarroca, secretaria.
Los cubanos no han mostrado interés por las designaciones de dirigentes, las llamadas “elecciones”, porque piensan que no habrá cambios al sistema imperante desde 1959 sino “continuidad” como proclaman los dirigentes.
Miguel Díaz-Canel celebrará el 20 de abril su 58 cumpleaños como el primer presidente de Cuba nacido después de la llamada Revolución de 1959. También el 1 de enero de 2019 espera celebrar el 60 aniversario del triunfo de esa revolución, pero no tiene la preponderancia y aceptación dentro de las generaciones actuales, que no poseen esas vivencias sino las historias contadas, sin visualización de un presente creativo de un futuro próspero. Tiene que sortear la crisis multifacética del país y elevar la calidad de vida de los cubanos, que reclaman grandes cambios.