LA HABANA, Cuba, 8 de diciembre (Orlando Freire Santana, 173.203.82.38 ) -Un recorrido por las principales tiendas estatales y los locales de venta atendidos por los cuentapropistas permite comprobar el poco surtido de ropa para las personas de la tercera edad, que constituyen un gran segmento de los consumidores debido a nuestra envejeciente población . La situación cobra tal magnitud que ya ha trascendido a los medios de prensa nacionales.
Hace poco una señora de 68 años, después de recorrer infinidad de peleterías, debió regresar a su casa con las manos vacías ante la imposibilidad de adquirir un calzado cerrado y acorde con su edad.
La tienda Ultra, por ejemplo, apenas ofrece ropa para señoras. Hay muchos shorts, pantalones ajustados, blusitas descotadas con tirantes y otros surtidos para jovencitas, pero escasean las batas de casa y juegos para dormir. En ese propio establecimiento, un hombre se quejó de la poca presencia de ropa de tonalidades discretas para hombres mayores, mientras que abundan los colores chillones. Una situación parecida se observa en las ferias donde venden los trabajadores por cuenta propia, como es el caso de la que radica en la céntrica esquina de Galiano y San Rafael.
Muchos opinan que este desabastecimiento demuestra la poca seriedad con que se enfoca en Cuba el tema del mercado, quizás un lastre de tantos años de uniformidad socialista y venta racionada de todo.