LA HABANA, Cuba.- A Yasser Castellanos nunca le ha ido bien con las instituciones culturales ni cree que ha tenido un espacio dentro de ellas. Es por eso que asegura que “no me han dejado otra opción que luchar contra el decreto”, declara este artista de la plástica, “porque la alternatividad ha sido mi estado natural y para mí el Decreto 349 nos quiere exterminar”.
Y artista habló con CubaNet un poco de sí mismo y de las tantas veces que ha vivido la desarticulación de eventos independientes. “La primera vez que hice algo en las artes plásticas estaba inspirado en el Hip Hop cubano, cuando aquello le decíamos el Rap cubano”, cuenta, y “eso me llevó a vincularme con Grupo Uno”, compuesto por productores, diseñadores, grafiteros, agrupaciones de rap, bailadores de Breack Dance y liderado por Rodolfo Rensoli. “Participamos en los festivales de rap, en la escenografía”, pero la experiencia duró unos pocos años.
“En Grupo Uno éramos una familia. Sentí que desarrollábamos una idea en común relacionada con el arte, que fungíamos como la voz de una generación, y padecí cómo la institución lo desarticuló todo”. El proceso fue complejo, la Asociación Hermanos Saíz, encargada de asumir la dirección del Movimiento de Rap en Cuba, difamó, sembró discordia e intimidó a sus miembros para lograr su objetivo y “no solo nos lo quitó a nosotros como grupo, sino que luego desechó el Festival, lo destruyó, cambiándolo de fecha, entre otras cosas, y al final desapareció”.
Castellanos poco después se vinculó a OMNI-ZonaFranca y comenzó a convivir en la sede que tenían en la Casa de la Cultura de Alamar. “Un día vi cómo las instituciones culturales los desterraron de la sede donde se reunían y los obligaron a hacer las actividades dentro de las casas”. Recuerda el despliegue de policías que obligó a los artistas a retirarse. “Algunos de ellos emigraron, como ha sucedido con casi todos los fenómenos en Cuba, que mucha de esa gente termina cansándose y trata de continuar con su vida fuera de Cuba y eso ha desangrado no solo el arte sino la sociedad cubana en general”.
Para Castellanos el fenómeno migratorio en Cuba “de tan extendido en el tiempo ha dejado de ser noticia”, muchos artistas de todas las ramas se van del país por lo que viven día a día.
Por último, se refirió al Festival Rotilla, y asegura que también vio como esas instituciones “cayeron sobre el proyecto Matrak, que fue creo el fenómeno alternativo más multitudinario que ha habido, y lo convirtieron en otra cosa”.
“He visto varios ejemplos de que al gobierno no le interesa que exista nada que sea independiente, y lo están demostrando con este decreto”. Su experiencia le dice que lo mejor y más ideal “es socializar lo más posible en qué consiste la Ley, en qué afecta a los artistas y a los no artistas. Lo que está sucediendo actualmente en la sociedad cubana es porque la inmensa mayoría lo permite, pero creo que podemos, y si no ha pasado antes es porque no hemos tenido un consenso”.