LA HABANA, Cuba. – El músico estadounidense Kid Rock se encuentra de visita en La Habana por pocos días, apenas lo justo para conocer algunas de las bondades que la capital reserva para sus turistas VIP. Tras varios intentos por localizar el paradero del escurridizo artista, CubaNet le hizo una entrevista exclusiva en el Maxim Rock, sede de la Agencia Cubana de Rock.
Dueño de una carrera musical que inició marcadamente inclinada hacia el rap, con sostenidos altibajos durante el decenio de los noventa, Kid Rock saltó a la fama en 1998 gracias a su álbum comercial “Devil Without a Cause”. Su estilo maleable y desenfadado lo insertó en la ola del new metal estadounidense, compartiendo escenario con importantes bandas como Limp Bizkit y Staind.
Aunque no ha sido una de las figuras más notables en el mainstream norteamericano, ni un ícono de referencia para los intérpretes y aficionados cubanos del rock, la polémica en torno a su viaje a Cuba ha estado matizada por su supuesta simpatía hacia el presidente Donald Trump. Todo parece indicar que las estrictas regulaciones impuestas por el mandatario republicano para disuadir a los ciudadanos estadounidenses de visitar la Isla, no impidieron que el cinco veces nominado a los premios Grammy se diera un “saltico” por el verde caimán.
Encantado como casi todos los extranjeros que vienen por primera vez, Kid Rock celebró el carisma de los cubanos y la belleza del arte local. Tras el periplo de rigor por el Centro Histórico y la Fábrica de Arte Cubano, el músico fue llevado al único centro consagrado por entero a la difusión del rock que se produce en la Isla.
Allí fue recibido por el personal del Maxim, encabezado por Alberto “El Erizo”, productor de la institución, quien graciosamente le dio la bienvenida a la plaza principal del rock cubano, donde se estaba grabando “Cuerva Viva”, un programa realmente chiquitico que se ha ido distanciando de la música alternativa para asegurar la difusión de guarachas y toda clase de ajiacos sonoros.
El carácter improvisado de la visita de Kid Rock explicaría la ausencia de una banda de rock en la “casa” del género, cuyo catálogo cuenta con más de treinta agrupaciones en activo. Después de ver la sala de conciertos, el músico accedió a las oficinas administrativas donde conoció un poco más sobre el sufrido panorama rockero nacional, que ciertamente ha presenciado tiempos mejores.
A pesar del brusco cambio de tono en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el cantautor y actor asegura que quisiera ofrecer un concierto en la Isla; posibilidad que dependería solamente de poder traer a su equipo de trabajo. Para el público cubano sería una buena oportunidad de apreciar un amplio espectro de fusiones, pues a lo largo de su trayectoria artística Kid Rock ha cultivado la mezcla del rap con disímiles variantes del rock, el blues, el funk y el country, sin descartar coqueteos con el heavy metal.
Mientras la oportunidad se materializa, su paso por la mayor de las Antillas se suma al de otros artistas estadounidenses, como Rihanna, Beyoncé, Madonna y Will Smith.