LA HABANA, Cuba. – Dos mujeres permanecen plantadas con sus pertenecías desde el pasado lunes en las afueras del albergue “El Venus”, en el municipio Habana Vieja, con la intención de exigir a las autoridades que le otorguen una vivienda para residir.
“Aquí en este albergue vamos a morir y eso es lo que quieren ellos, por lo tanto, no voy a salir de aquí hasta que me entreguen mi vivienda, la que me pertenece por derecho”, insistió Beatriz Durán Cabreja, una anciana que lleva más de 28 años albergada.
Según explicó las malas condiciones que presenta el cuarto en el que reside en el albergue, ubicado en la calle Zulueta 559 entre Corrales y Monte, han agudizado sus enfermedades y asegura que teme morir por esta causa.
“Tuve que salir a protestar porque se me están afectando mis pulmones y lo que quieren ellos es eso, que yo me muera y no puede ser. Hace poco estuve un mes ingresada por culpa de la humedad, la mierda y el hongo que me bajan por las paredes y ya no puedo más”, advirtió.
La mujer declara que en la madrugada del lunes sacó todas sus pertenencias al portal del albergue y allí se ha mantenido hasta entonces en busca de que le den una solución a su problema.
“Ellos (Gobierno) no me hacen caso, pero yo estaré aquí plantada. El día que salí con mis cosas vino prácticamente la policía del mundo entero, también la gente de vivienda, los del gobierno, pero no a resolver nada, lo único que han hecho es pedirme que entre, y en esta ocasión no será igual a la otra”, enfatizó.
Durán Cabreja señala que el año pasado ella y otros albergados intentaron llevar a cabo una protesta parecida, pero ante la llegada de las autoridades fueron convencidos con amenazas de ser expulsados del albergue, de entrar de nuevo con las pertenencias y así lo hicieron el mismo primer día de la protesta.
“Esta vez no va a ser así porque mi vida y mi salud están en juego y no va”, reitera.
Mientras, Yamilé Rausiaux (sic) asegura que los médicos le recomendaron que si quiere recuperarse tiene que salir del lugar donde vive, porque la humedad le afecta muchísimo en los huesos.
“Hace un año me dio una isquemia cerebral, lo cual produjo que el lado izquierdo esté muerto completo y los médicos me han sugerido que trate de no estar en lugares cerrados y húmedos y en este albergue donde vivo mi cuarto está totalmente cerrado, no hay ventanas, es muy húmedo y las paredes están llenas de hongo, la mierda baja por las paredes, todo esto es lo que me conllevó a realizar esta protesta”, afirmó Yamilé.
Asimismo, su hija Katiuska Michel asegura que las autoridades que estuvieron allí le sugirieron que llevara a su mamá para un asilo, que era lo que ellos le podían conseguir, porque, según dicen, “el gobierno no tiene casas para dar”.