MIAMI, Estados Unidos.- Cilia Adela Gavidia Flores, conocida por todos como Cilia Flores, la esposa del dictador venezolano Nicolás Maduro, la primera dama del país, o primera combatiente, como ella misma quiso ser llamada, la aliada incondicional del sucesor de Hugo Chávez, quiere ahora tirar la toalla, no aguanta más vivir en ese sosiego, y tampoco quiere ver a su compañero tras las rejas o muerto.
En un extenso trabajo publicado por Infobae, el periodista Marco Tarre Briceño detalla desde los primeros pasos de la ahora pareja presidencial, cuando se conocieron en la década de los 80 hasta los últimos sucesos en Caracas, y la presión de Flores a Maduro para que termine el conflicto y llegue a un acuerdo.
El día en que las televisoras nacionales e internacionales amanecieron transmitiendo la salida de Leopoldo López, y su atrincheramiento junto al presidente encargado Juan Guaidó, acompañados por militares uniformados y armados, “Cilia Flores sobrepuso su instinto de supervivencia a sus ya no tan firmes convicciones políticas”, reza el texto.
“No le importó sentir que traicionaba la memoria, órdenes y deseos del Comandante Eterno que le hizo jurar que siempre estaría al lado de Nicolás para apuntalarlo y apoyarlo si lo sentía debilitarse. Los rusos habían logrado aterrizar un avión en Maiquetía para trasladarlos a donde ellos quisieran. Pero insistían, no todo estaba perdido, todavía no era necesario que se fueran de Venezuela. Cilia tomó la decisión. –Nicolás, si quieres te quedas… Pero yo me voy p’al carajo” le dijo.
El avión ruso llevó a Cilia y a su familia a República Dominicana, pero los pocos días, al fracasar la operación opositora “la Primera Combatiente regresó discretamente al lado de Nicolás Maduro. Pero es la que más lo presiona ahora para llegar a un arreglo: –Nicolás, negocia en Barbados, en Noruega, en donde sea… pero vámonos. Esto no tiene salida… Si nos quedamos te van a matar, a encarcelar de por vida… A ti, a mí, a los dos, a mis hijos, al tuyo, a todos… Yo ya no puedo ni quiero seguir viviendo así”.
De acuerdo al texto de Infobae, el partido oficialista anda “en modo sálvese quien pueda y su fiel compañera, su camarada de negocios, su pareja con la que tanto han pasado, su esposa de conveniencia y a veces de convicción, su aliada política y su socia financiera, su apoyo personal con la que todo lo ha compartido, con la excepción de tener hijos en común, ahora ella tiró la toalla, ya no quiere combatir…”
Cilia Flores y Nicolás Maduro se conocieron en las reuniones de los grupos de ultraizquierda Liga Socialista, Bandera Roja y el Movimiento 80 en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela. Después cada quien siguió su camino en la política, ella abogada penalista, y él de guardaespaldas del candidato de la izquierda José Vicente Rangel en 1983 a estudiante en la escuela de formación de cuadros políticos “Ñico López” en La Habana, Cuba. Allí, además prestó servicios al G2, dice Infobae.
Flores y Maduro volvieron a encontrarse en 1992 cuando ambos visitaron en la cárcel a Hugo Chávez, desde entonces estuvieron relacionados, y cuando Chávez salió de la cárcel se dedicaron a él hasta que este llagó a la presidencia en 1998.
Hugo Chávez, ya enfermo en 2012, pidió que si le llegaba a pasar algo Maduro debería tomar su lugar.
“…Si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, yo… En esa situación debe concluir como manda la Constitución, el período, sino que, mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que, en ese escenario que obligaría a convocar, como manda la Constitución de nuevo, a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela… Yo se los pido desde mi corazón…”
Poco después de ese anuncio Chávez le pidió a Maduro, y luego a Flores, que debían hacer el mayor sacrificio por la patria y la revolución. Ambos debían casarse, pues la constitución venezolana establece que el presidente de la República debe estar en matrimonio. Los dos contrajeron matrimonio el 15 de julio de 2013 y a partir de entonces han dirigido el país, asesorado por los cubanos y los rusos.
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