MIAMI, Estados Unidos. – Tania Bruguera, una de las más reconocidas artistas cubanas de los últimos años, aseguró que el gobierno de Cuba la ha clasificado como enemiga “y que eso no tiene vuelta atrás”.
En entrevista ofrecida al diario español El País, Bruguera dijo que se siente vigilada y que sabe que es “un objetivo del gobierno cubano”.
“El arte político en Cuba es una ruleta rusa, un juego a todo o nada en el que uno apuesta a perderlo todo (…) Cada vez que voy a mi país tengo que quitarme el miedo e ir hasta las últimas consecuencias”, dijo Bruguera.
“La paranoia se combate sabiendo que no estás haciendo nada malo y que eres coherente contigo misma”, explicó.
Bruguera considera que su reconocimiento internacional le ha “dado una gran protección” ante el régimen.
“Hay artistas y otras personas a las que no les dejan salir de Cuba, y a mí me dejan porque no quieren que se arme un escándalo”, asegura.
Refiere la artista que, en una ocasión, un oficial de la policía política que la interrogaba le dijo: “No te vamos a meter más presa porque no queremos que seas la Ai Weiwei cubana ni que te den un Premio Nobel”.
“La visibilidad y la protección que tengo me permiten ser solidaria y ponerme en primera línea de fuego para que otros, detrás, puedan ir también haciéndose con su espacio”, afirmó.
Explicó Bruguera que no participó en la Bienal de La Habana de este año porque “se celebró en el contexto del nuevo decreto 349, una ley que legaliza la censura, les quita a los artistas el derecho a organizar sus propias exposiciones o conciertos independientes y crea un cuerpo de inspectores de la cultura que va poniendo multas y quitando bienes a los artistas que osen rebelarse”.
“Se les está yendo el poder de las manos y quieren controlar a los artistas. Tienen miedo porque en Cuba están sucediendo cosas nuevas. La llegada de internet está siendo una revolución, porque crea dinámicas democráticas que hacen que la gente poco a poco descubra su poder. Y ellos se están quedando atrás. No tienen respuesta”, agrega.
Bruguera se describió como “una artista que disiente”.
“El arte debe intervenir en la sociedad, adecuarse a su tiempo político”, sentenció.
Bruguera ha fundado el Movimiento Inmigrante Internacional y el Instituto de Artivismo Hannah Arendt. Explicó que todos sus proyectos tienen “nombres rimbombantes porque le hablan al poder”, y ella cree que “al poder hay que hablarle sin miedo, incluso con cierta arrogancia”.
Dijo Bruguera que aunque hace arte político no se ve en el futuro ocupando un cargo público.
“Siempre seré una artista y mi lugar será protestar por lo que crea injusto”, precisó.
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