MIAMI, Estados Unidos. – “Hace menos de 10 años, Venezuela era el país número uno de América Latina en penetración de los servicios de telefonía fija, telefonía móvil e Internet. Hoy pasamos a ser el último en telefonía móvil, ubicados entre los tres últimos en telefonía fija y entre los últimos en Internet, superando apenas a los dos países más pobres de la región: Cuba y Haití”, asegura William Peña, periodista especializado en telecomunicaciones.
En sus estimaciones, recogidas por el portal digital Crónica Uno, Peña explica que la telefonía fija en Venezuela apenas cubre el 17 %.
“De un total de 6,8 millones de suscriptores que había en 2009, de los cuales 4,6 millones era clientes post pago, al cierre del 2018, en Venezuela solo quedan unos 5,5 millones de suscriptores de la telefonía fija”, dijo Peña.
Según la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, en 2017 existían 7 152 626 de líneas de telefonía fija, de las cuales 6 170 569 era residenciales. La empresa estatal CANTV cubría el 89,22 % de los suscriptores. Ya en 2018, Conatel reflejaba en su informe anual 5 776 758 suscriptores de telefonía fija, de los cuales 4 822 949 eran residenciales. Una disminución de suscriptores de 21,84 % en apenas un año.
Explica Crónica Uno que las operadoras telefónicas, principalmente CANTV, no pueden atender y cubrir las inversiones, fundamentalmente en divisas, de infraestructura y servicios que les permita salir del rezago tecnológico en el que se encuentran actualmente.
“Los menguados ingresos que perciben, apenas alcanzan para pagar nóminas y mantenimiento mínimo y operatividad a media máquina”, asegura el especialista.
Peña agrega que CANTV es una empresa quebrada y que sus pérdidas rondan los 400 mil millones de bolívares. Por primera vez no reparte dividendos y por primera vez en 70 años la gerencia de la empresa admite que la infraestructura está deteriorada y sin capacidad de respuesta ante los miles de reclamos de los usuarios.
En lo que va de trimestre, se han presentado no menos de 9 mil averías que la CANTV no ha podido resolver.
“Esta incapacidad de dar respuesta a las cientos de reclamos de los usuarios que han quedado sin el servicio, bien por averías o por robo de cables y equipos, ha generado un nuevo patrón dentro de la estatal telefónica: la extorsión y el soborno por parte de algunos trabajadores de la CANTV”, señala Crónica Uno.
El vandalismo y la delincuencia, también hacen mella en las comunicaciones de los venezolanos.
“Más de 100.000 clientes están fuera de servicio por el robo de cables”, afirmó Evencio Chacón, miembro del Comité Ejecutivo de la Federación de Trabajadores de Telecomunicaciones de Venezuela, durante un programa de Fedecámaras Radio en abril pasado.
La CANTV admitió en mayo que 65% de los casos de los reclamos, correspondían al hurto de cables y fibra óptica. Refiere la compañía, que ha solventado un promedio de 230.000 averías.
La telefonía móvil parecía una alternativa para los ciudadanos, ante la incapacidad operativa de la principal empresa telefónica del país. Los venezolanos encontraron en las operadoras privadas, una amplia gama de opciones, tanto de equipos como de planes. Hasta hace 5 años cuando se inició la actual crisis, que limitó y restringió las finanzas de los venezolanos y su capacidad de adquirir teléfonos móviles.
Según Peña: “De 16.7 millones de usuarios que alcanzó en 2014, hoy registra 8 millones: una caída de más del 50% de sus clientes. En telefonía móvil, la migración es la causa número uno de la disminución de líneas, seguida de la tenencia de una sola línea por habitante, contrario a lo pasado en donde una sola persona poseía hasta tres líneas y tercero, el robo o daño de equipos y la imposibilidad de que el usuario pueda reponerlo”.
Heberto Alvarado, otro periodista especializado en telecomunicaciones, afirma que actualmente, solo 2% de la población adquiere equipos telefónicos del año.
La intermitencia en los servicios telefónicos y de internet ha ido en aumento, sobre todo cuando el país se ha quedado sin el servicio de electricidad. Restablecido el servicio, pasan horas y hasta días, para que algunas comunidades cuenten con la telefonía e internet nuevamente.
El retroceso en las telecomunicaciones es evidente. Lo muestran las cifras de Conatel en su informe más reciente. Distrito Capital, seguido de Miranda, Zulia, Carabobo, Lara y Aragua, son los estados con mayor número de suscriptores. Este último, representa el 17% del total de suscriptores de todo el país. Pero la debacle en comunicaciones que experimenta el estado, se siente más, en las zonas alejadas del área metropolitana, como la costa y el sur de Aragua. Y las cifras dan cuenta de la disminución de líneas telefónicas en la región, de forma preocupante.
Para el 2017, Aragua contaba con 406 593 suscriptores de telefonía fija y 370 898 suscriptores de telefonía fija residencial. Un año después, quedaban 341 305 suscriptores de telefonía fija y 289 896 suscriptores de telefonía fija residencial, de acuerdo a los informes anuales de Conatel de 2017 y 2018.
En telefonía móvil, el panorama no es distinto. De 28 451 182 suscriptores de todo el país que existían en 2017, en solo un año, las operadoras han perdido 3 262 051. De los 17 162 240 suscriptores de internet que había dos años atrás, para 2018, solo quedan 16 973 402.
Aragua, el sexto estado con mayor número de suscriptores en el país, pasó de 1 932 806 clientes de telefonía móvil en el 2017, a 1 695 153 clientes.
Son 237 653 usuarios menos en telefonía fija, en apenas un año.
“Los 12 años de estatización nos ha traído desinversión. Hemos retrocedido”, dijo en mayo pasado, Juan Véliz, presidente del sindicato de trabajadores de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANT).
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