MIAMI, Estados Unidos.- Este martes en la noche, en diferentes barrios de Caracas, en Venezuela, tuvo lugar un fuerte cacerolazo contra la dictadura de Nicolás Maduro y los recientes cortes de luz, agua y gas, así como también la escasez de combustibles, informó Infobae.
Desde el lunes en la noche la protesta de los venezolanos se hizo sentir, pero la situación empeoró después de que Direct TV, la empresa estadounidense de televisión paga, anunciara su salida de Venezuela debido a las sanciones de Estados Unidos.
#Cacerolazo en el Guarataro pic.twitter.com/bJ4g1hoECZ
— Jesús Armas (@jesusarmasccs) May 20, 2020
Al no poder cumplir al mismo tiempo los requisitos de la dictadura de Nicolás Maduro y las sanciones impuestas por Washington al país petrolero, el gigante de las telecomunicaciones estadounidense AT&T anunció este martes el cierre de su negocio de televisión DIRECTV en Venezuela.
Al respecto, la compañía, con sede en Dallas (Texas) dijo en un comunicado que “las sanciones del Gobierno de Estados Unidos a Venezuela han prohibido la transmisión de los canales de Globovisión y PDVSA, los cuales se requieren bajo la licencia de DIRECTV para proporcionar el servicio de televisión de pago en Venezuela”.
Esto ha hecho imposible para la empresa “cumplir con los requisitos legales de los dos países”, por lo que la decisión del cese de las operaciones en Venezuela, con efecto inmediato, “fue tomada por la directiva del grupo en Estados Unidos y en ella no tuvo participación o conocimiento previo del equipo de DIRECTV en Venezuela”.
#Cacerolazo En Los Palos Grandes suenan las cacerolas y los pitos. ¿Directv? Y un vecino pone el Himno Nacional. En #Venezuela sin agua, sin luz, sin gasolina, con medio país pasando hambre y en cuarentena. pic.twitter.com/YqtAlbuyDk
— Alicia De La Rosa (@aliciadelarosa) May 20, 2020
En los últimos años Estados Unidos ha impuesto diferentes sanciones contra el Ejecutivo de Nicolás Maduro, y el pasado mes de enero Washington anunció que bloquearía permanentemente las operaciones en el país de la televisión Globovisión, después de que la que la oposición la acusara de servir como herramienta del Gobierno.
Raúl Gorrín, dueño y presidente del canal venezolano, fue acusado en 2018 por la Justicia estadounidense de sobornos y blanqueo de dólares en una trama multimillonaria. Actualmente el funcionario chavista es considerado prófugo por la Justicia estadounidense y forma parte de la lista de los más buscados por corrupción.
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