LA HABANA, Cuba, abril (Moisés Leonardo Rodríguez, 173.203.82.38) -Funcionarios negligentes y pescadores que no respetan las normas de protección de la fauna marina, incluidas las relacionadas con especies en peligro de extinción, afectan el equilibrio biológico en la Bahía de Cabañas, de la provincia Artemisa.
Extensas redes con pequeños orificios, conocidas en el argot de los pescadores como “paños”, proliferan por toda la bahía. Para azorar los peces hacia ellas, los pescadores dan fuertes golpes con unas varas sobre la superficie del agua.
Esos golpes matan a unos peces, mientras que otros huyen mar afuera, para perecer en un hábitat que no es el suyo. Antiguos residentes de la zona aseguran que si continúan estas prácticas y la inacción de las autoridades, la población marina de la bahía pudiera desaparecer.
Los depredadores colocan los “paños”, que miden entre 50 y 150 metros de largo. Con ellos capturan ejemplares tan pequeños que solo pueden venderlos a individuos que los convierten en harina de pescado. Esta práctica rompe la relación entre las capturas de peces adultos y la permanencia de los más jóvenes, que han de garantizar la reproducción de las especies.
Comentan los pescadores que, después de 30 años, en los últimos tiempos se han visto algunas toninas (un tipo de delfín) en la bahía, y que algunos de los improvisados pescadores se disponen a capturarlas motivados por la gran demanda y altos precios de su carne. La tonina es una especie en peligro de extinción.
Años atrás, en el río La Plata –que desemboca en la bahía- había manatíes, otra especie también declarada en peligro de extinción. Pero los mamíferos fueron capturados indiscriminadamente hasta que desaparecieron de la zona.
“Si alguien habla mal del gobierno enseguida lo denuncian, pero cuando gente así daña los intereses reales de la nación, a nadie le importa, ni siquiera a los que ganan un salario por ello. ¡Vaya a saber si son los primeros que cobran su parte por hacerse los de la vista gorda!”, opinó sobre el asunto un pescador deportivo que pidió el anonimato.
Aunque también la ley lo prevé como delito, es frecuente la captura de caguamas en la zona de la playa La Herradura.
En las cercanías de la base de para casas rodantes o trailers asentada en esta playa hay un enorme cementerio de carapachos de todos los tamaños, una prueba irrefutable de la acción depredadora y la inacción de los que deben evitarla.