MIAMI, Estados Unidos.- Un presunto agresor islamista asesinó este jueves a tres personas, una de ellas fue decapitada, en el interior de una iglesia en la ciudad francesa de Niza, informó la agencia de noticias AFP.
Luego de la agresión con cuchillo, que tuvo lugar a las 9 (hora local, 5 GMT) dentro de la basílica Notre-Dame, al centro de esa ciudad de la Riviera Francesa, el atacante intentó esconderse en un baño de la iglesia, pero fue detenido y está siendo interrogado tras ser trasladado a un hospital.
“Todo hace suponer un atentado terrorista en el interior de la Basílica de Notre Dame”, dijo el alcalde de la ciudad, Christian Estrosi, quien relató que el atacante repetía “Allahu Akbar” (Dios es grande) mientras era atendido por el personal médico.
De acuerdo a AFP, la fiscalía antiterrorista abrió una investigación y el gobierno elevó a “urgencia atentado” el nivel de alerta en todo el país tras el ataque.
Por su parte, luego del atentado en Niza, un hombre fue abatido en la ciudad de Avignon cuando amenazaba con un cuchillo a policías, además se conoció que un sujeto apuñaló a un guardia de seguridad en un consulado francés en Arabia Saudita.
Las víctimas del ataque de este jueves son dos mujeres y un hombre, el párroco de la basílica, según confirmó el alcalde de la ciudad. Y una de las mujeres, la que fue decapitada, sería una anciana de 70 años, informó la prensa local.
La tercera víctima, la otra mujer, consiguió salir del templo y buscó ayuda en un café cercano, pero no logró sobrevivir a las heridas.
La policía no ha revelado la identidad del atacante, que asegura que creen que actuó solo.
El 14 de julio de 2016, Niza, una ciudad de poco más de 500 000 habitantes, fue escenario de otro atentado, cuando en plena fiesta nacional un terrorista embistió con su camión a los cientos de personas que se agolpaban en el Paseo de los Ingleses. Más de 80 personas perdieron la vida entonces.
El papa Francisco, desde el Vaticano, dijo que estaba al tanto de lo ocurrido y rezaba por las víctimas, así como por el cese de la violencia. Por su parte, la Conferencia de Obispos de Francia (CEF) describió como “incalificable” el ataque y dijo que “los cristianos no deben convertirse en un símbolo a destruir”.
El padre Hugues de Woillemont portavoz de la CEF, dijo a AFP: “Estamos conmovidos, muy afectados y en una especie de asombro frente a este tipo de acto indescriptible. Es urgente luchar contra esta gangrena que es el terrorismo, así como es urgente poner en marcha una fraternidad concreta en nuestro país”.
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