LA HABANA, Cuba.- Vecinos de Héctor Luis Valdés Cocho realizaron este sábado 12 de diciembre un acto de repudio en su contra a las afueras de su vivienda en Nuevo Vedado, La Habana.
¡Vamos vecinos! ¡Vamos cederistas! ¡Un Sí por Cuba! ¡Un Sí por Fidel, por la Revolución!, gritaba desde la calle, sonando una cazuela con una cuchara, la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución (CDR), para convocar a los vecinos a que se sumaran.
El periodista independiente contó que poco antes un vecino le avisó mediante WhatsApp sobre lo que se estaba planificando; también el dueño del apartamento que renta le pidió que no saliera a la calle.
“Créanme que la noticia no me tomó por sorpresa, ya que era evidente que toda aquella imagen que hubiera sido expuesta en el noticiero nacional de televisión, lógicamente días después sería víctima de un acto de odio como este que se me estaba preparando”, escribió Valdés Cocho en su perfil de Facebook, refiriéndose a un reportaje publicado en el Noticiero Nacional de Televisión semanas atrás en el que utilizaron algunas de sus publicaciones en redes sociales para desacreditar al Movimiento San Isidro (MSI).
Según explica Héctor Luis Valdés, el acto de repudio duró unos 20 minutos. No salió a la calle para no provocar, pero escuchaba los gritos de las alrededor de 15 personas reunidas en la calle: ¡Viva la Revolución! ¡Esta cuadra es Revolucionaria! ¡Afirmamos nuestro compromiso con Fidel!
“Pasada la hora, nada ocurría, nada pasaba (…). Esperaba algo más que los alaridos de esa señora visiblemente cansada y tres señoras más igualmente fatigadas. Esperaba algo más que la inocencia de los niños silbando, con la alegría en sus rostros; la inocencia es perdonada, aún tienen muy poca edad para saber lo que están haciendo”, expresó.
Para Valdés Cocho, el acto de repudio se frustró porque pocas personas se sumaron a él: “quisieron ser espontáneos pero no lo lograron”.
Asimismo, refiere sentirse feliz por ese final, pues demuestra “que el cubano de a pie cada día que pasa se está dando cuenta que algo está mal, que algo se está descomponiendo, que algo aquí no es lo que realmente se da a conocer. Es lindo ver que a pesar de las miles de campañas realizadas para incitar a este tipo de ignorancia social el cubano no caiga en una red de araña. Igual sentí gozo al ver a mi anciana vecina, esa a la cual todas las mañanas le brindo café, verla que me mira y me dice: ¡No bajaré! ¡Sé quién eres y no me importa!”.
Y agregó: “Para mí más que acto de repudio fue una crónica de un fracaso anunciado. Fue un acto de afirmación de que aún hay cubanos con moral, con vergüenza, con corazón en el medio del pecho”.
En las últimas semanas el régimen cubano ha organizado varios actos de repudio, ahora bautizados como “actos de reafirmación revolucionaria”, que se han enfocado fundamentalmente contra integrantes del MSI.
El 8 de diciembre último, la periodista independiente Iliana Hernández fue blanco de uno de estos mítines. Para el mismo, el gobierno movilizó a sus brigadas de respuesta rápida. Según ha afirmado Hernández, ninguno de sus vecinos se sumó al mismo.
Cuatro días antes, la víctima fue Adrián Rubio, cuya vivienda incluso fe agredida por los convocados, quienes tiraron botellas de cristal. Ese mismo día, otro acto de repudio se realizó contra Osmani Pardo Guerra.
Tanto Hernández, como Rubio y Pardo Guerra estuvieron entre los que protagonizaron una huelga de hambre en la sede del MSI, entre el 18 y 26 de noviembre último. Los huelguistas exigían fundamentalmente la libertad de Denis Solís, detenido y juzgado, en juicio sumario, por un supuesto delito de desacato.
Desde que las 14 personas sitiadas fueran desalojadas de la vivienda, el 26 de noviembre, el MSI y sus partidarios, o defensores de sus derechos, ha sido catalogados como “mercenarios”, tanto en los medios de difusión como por varias instituciones gubernamentales.
También el pasado 10 de octubre, día de conmemoración de una fecha patria, brigadas de respuesta rápida desarrollaron un acto de repudio contra Anamelys Ramos, huelguista de San Isidro. Ese día le impidieron incluso salir de su vivienda. Todo ello con la anuencia de la Seguridad del Estado cubana y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
El mismo día, frente a la sede del MSI, en La Habana Vieja, se organizó otro de estos mítines, en este caso, camuflado como actividad cultural. Varios artistas, entre ellos Tania Bruguera, intentaron llegar hasta la vivienda de Luis Manuel Otero Alcántara, pero fueron violentadas por las turbas y luego arrestadas por la PNR.
“Actos de repudio: una herramienta diseñada por Castro que enfrenta a los vecinos entre sí. Las turbas patrocinadas por el régimen denuncian, acosan, arruinan el sustento de aquellos que hablan o piensan diferente. Una triste farsa de estado policial”, escribió este 11 de diciembre en su cuenta de Twitter el subsecretario de Estado norteamericano, Michael G. Kozak.
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