LA HABANA, Cuba. – Tobby y Pingui son de los primeros perritos que llegaron al refugio de animales ubicado en el Callejón del Salado, en Santa Clara. Tobby llegó un día, por su cuenta, y nunca más se fue. Mientras, Pingui fue rescatado de la calle después de que un carro lo atropellara. También están Pelusa, Dizzy, Linda, Rondy, Nina, Lagartijo…
El santuario creado por la protectora de animales Leidy Laura Hernández en la periferia de Santa Clara acoge y protege a más de 35 perros y gatos, que son alimentados con recursos propios de la joven activista y su familia.
“Desde que era pequeña, mi mamá recogía gaticos y perritos de la calle que botaban frente a nuestra casa y mi hermana y yo crecimos entre esas costumbres”, recuerda la joven animalista.
Ya de adulta, ella misma construyó un santuario para animales desamparados en su propio hogar. Ahora los cuida, los atiende y finalmente los da en adopción “a familias responsables que verdaderamente vayan a cuidarlos”, para poder recoger otros más que estén deambulando en la calle.
Según relata, su esposo, el rapero contestatario Omar Mena (El Analista), la apoyó desde el comienzo. “Empezamos a recoger gaticos y perritos ―todos los que nos encontrábamos en la calle― y a traerlos para la casa, a la cual mi familia le había creado las condiciones para que los animales tuvieran buena calidad de vida y bienestar”.
“Tratamos de rescatar a los que están en peor estado de salud; y una vez que están en el refugio empezamos a atender sus necesidades, a darles todas las atenciones médicas, curarles la sarna, las pulgas y las garrapatas. Además, los desparasitamos y finalmente los esterilizamos para darlos en adopción”, explica Leidy Laura.
También cuenta que muchos de los perritos rescatados nunca encuentran un hogar definitivo y se quedan en el santuario el resto de su vida. “Por eso les arreglamos sus casitas, para que estén lo más cómodos posibles y tengan la vida más placentera”.
El refugio de animales del Callejón del Salado ha llegado a tener más de 60 perros y gatos; sin embargo, actualmente solo acoge a 37 animales pues “la situación para mantenerlos es cada vez más compleja”.
“La comida que le damos, por ejemplo, es mayormente vianda (calabaza y boniato) y pescado, ya que estos alimentos son los que más fácil encontramos actualmente”, explica la activista villaclareña.
Tras fundar el refugio, Leidy Laura también creó la página de Facebook “Grupo de Rescate Animal”, para publicar noticias y fotos de su labor. De esa forma, otras personas defensoras de los animales se acercaron al refugio y comenzaron a ayudar con el rescate de perritos, la comida y los medicamentos.
“La página también la usamos para gestionar las donaciones y adopciones, únicas vías que tenemos para seguir rescatando a otros perritos. A medida que los damos en adopción, rescatamos a otros que siguen en la calle”.
Justamente, por todo lo que sufren los perritos y gaticos callejeros, uno de los mayores sueños de Leidy Laura era la aprobación de una ley de protección animal o “algún aparato legal que permitiera denunciar a las personas que les hicieran daño a los animales, y mejorar la situación de los callejeros”.
Hace poco, ese sueño compartido por la comunidad animalista de Cuba, parecía haberse cumplido. El pasado mes de abril el Consejo de Estado dictó y publicó en la Gaceta Oficial el Decreto-Ley 31 de Bienestar Animal y su Reglamento (Decreto 38), que entrarán en vigor 90 días después de su publicación.
La normativa establece como principios básicos, entre otros, que los animales “deben ser atendidos, cuidados y protegidos por el hombre” y “no deben ser abandonados, ni sometidos al maltrato y acciones degradantes”. También reconoce los centros privados de acogida y protección de animales.
Sin embargo, esta decreto-ley de bienestar animal no solo autoriza el sacrificio de animales por parte de personas naturales (artículo 47 del Reglamento), sino también “las lidias de gallos que son organizadas por los clubes gallísticos” (artículo 2.1 del Reglamento).
“La ley fue una total decepción para mí. No estoy de acuerdo, porque una ley que autoriza las peleas de gallos, por ejemplo, no está pensada para el bienestar de todos los animales”, se queja Leidy Laura.
Shanti y la Seguridad del Estado
Las dificultades para Leidy Laura, madre de un bebé de nueve meses de edad, no solo se han limitado al complejo proceso de búsqueda de alimentos y medicinas. Ella y su familia también han sufrido los ataques de la Seguridad del Estado cubana, que no ha dejado de interferir y tratar de cerrarle puertas en sus gestiones para administrar el refugio.
En los últimos meses, Leidy Laura y su esposo empezaron “a recibir muchas más amenazas y presión por parte de la Seguridad”.
“Me hackearon mi cuenta personal de Facebook y me vedaron la administración de la página que ya contaba con más de 7 000 seguidores”, explica la activista.
La antigua página de Facebook se mantiene activa, pero ya no es administrada por Leidy Laura. “Un día publicaron la foto de una tarjeta de banco que tomaron de mi WhatsApp como si fuésemos nosotros pidiendo dinero, algo que yo no hubiera hecho. También comparten publicaciones de Luis Manuel Otero Alcántara o del Movimiento San Isidro, por lo que la policía política nos incriminó de querer politizar la causa animalista”.
La presión ejercida por la Seguridad del Estado, así como los ataques de esta en contra del refugio, se deben “quizás al hecho de que Omar lleva años siendo un artista contestatario, censurado aquí en Cuba y, para ellos, es muy difícil separar una cosa de la otra, porque en realidad los animales no tienen nada que ver con la posición política que nosotros tengamos como personas”, dice Leidy Laura.
“Fue un atropello sin ningún motivo”: Amenazan y golpean al músico contestatario Omar Mena
El joven rapero ha sido amenazado, interrogado y violentado por la policía política: en diciembre del pasado año convocó a una sentada pacífica en protesta por los abusos del régimen contra los artistas independientes y “fue detenido en un operativo en el que intervinieron alrededor de 15 agentes de la Seguridad del Estado”.
El régimen también ha ejercido presión sobre algunos veterinarios que ofrecían sus servicios (“muchos de ellos desinteresadamente”, precisa Leidy laura) y que han terminado alejándose “por miedo”.
En esas circunstancias, la joven creó una nueva página de Facebook llamada “Shanti Santuario de Animales en Cuba”.
“Básicamente somos Omar y yo solos haciéndolo todo a diario: cocinando, dándoles la comida a los perritos y gaticos, curándolos, bañándolos… Se vuelve bastante agotador y complicado llevar al mismo tiempo la casa, mi bebé, que aún no cumple el año, y el refugio, pero se logra. Par de lengüetazos, ladridos, colas eufóricas y la satisfacción de que estás salvando al menos un perrito, te cambian la vida”.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.