GUANTÁNAMO, Cuba. — Aunque los datos ofrecidos diariamente por el Dr. Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), dan cuenta de una discreta tendencia hacia la disminución de contagios y fallecidos por COVID-19 en Guantánamo, la situación en la provincia continúa siendo tensa.
Si nos atenemos a los datos oficiales —tan cuestionados en redes sociales por médicos, familiares de fallecidos y población en general— en lo que va de agosto la provincia ha reportado 8 593 contagios, para un promedio de 452,26 casos diarios, una cifra que todavía resulta elevada para este territorio. Desde el 1ro de agosto y hasta el domingo 8 el promedio diario de casos estuvo por encima de 600. Desde entonces ha ido disminuyendo.
Con respecto al número de fallecidos, se contabilizan 147 muertos por COVID-19. La cifra diaria de decesos osciló entre 13 (marcado el 7 de agosto) y 4 (11 de agosto). Únicamente el viernes 6 no se reportaron víctimas. La tendencia a la disminución en el número de fallecidos ha sido igualmente lenta.
Con 147 fallecidos en 19 días la provincia supera ampliamente la cifra reportada durante gran parte de la pandemia. Cabe señalar que hasta el pasado 23 de julio GUantánamo acumulaba apenas 50 muertes, según información del periódico Venceremos, órgano oficial del Comité Provincial del Partido Comunista el hasta ese día.
Medidas para tratar de contener el avance de la pandemia en Guantánamo
La disminución de casos de contagios y muertes por COVID-19 en Guantánamo resulta alentadora desde antes del 9 de agosto, día en que comenzaron a aplicarse las nuevas medidas dispuestas por el Grupo Temporal de Trabajo de la provincia y que parecen estar teniendo resultados positivos, aunque todavía se aprecian aglomeraciones de personas en bodegas, panaderías, farmacias, centros de distribución de las balitas de gas licuado y tiendas, todos escenarios que constituyen un peligro potencial para la propagación del virus.
Las medidas rigen para toda la provincia y contemplan severas restricciones al movimiento vehicular y personal dentro de la capital provincial y entre los municipios.
En cuanto al funcionamiento de las unidades de comercio, el Grupo Temporal de Trabajo de la provincia ordenó fortalecer la presencia militar ante los establecimientos comerciales y de servicios, junto a los grupos de inspectores y de voluntarios que buscan coartar la acción de coleros y revendedores.
El horario de trabajo de esos establecimientos ha sido fijado entre las 8:00 a.m. y 2:00 p.m. Para adquirir alimentos en las tiendas que venden en divisas libremente convertible (MLC) se otorgarán 50 tickets por establecimiento utilizando para ello la aplicación Portero, controlada por el Ministerio del Interior (MININT) , mediante la cual se restringe el acceso a esas tiendas por una semana una vez efectuada la compra.
Una medida dispuesta por el Grupo Temporal de Trabajo que no se está cumpliendo correctamente es la relacionada con las visitas y el seguimiento que, se supone, deben recibir las personas con COVID-19 ingresadas en sus domicilios, pues todavía existen quejas de la población al respecto.
Entre las medidas dispuestas para elevar la calidad de la respuesta del sistema de salud a la pandemia se encuentra el reforzamiento del personal médico. En tal sentido, la provincia está siendo apoyada con el refuerzo de médicos de la Brigada Henry Reeve procedentes de otras provincias. También se ha dispuesto la ubicación inmediata en centros asistenciales de salud de los médicos recientemente graduados, así como la vinculación de estudiantes de Medicina en los vacunatorios y el chequeo diario de los recursos humanos y materiales vinculados al enfrentamiento a la pandemia.
Esta última medida quizás responda a las reiteradas quejas de la población acerca de la calidad de la atención en el hospital provincial y los centros de aislamiento, donde ha sido notoria la falta de medicamentos indispensables para contrarrestar los efectos de la enfermedad. Comentarios de fuentes consultadas por CubaNet aseguran que en estos días la situación parece haber mejorado.
Uno de los efectos visibles de la pandemia ha sido la militarización de todo el país. Guantánamo no es la excepción, pues todas sus áreas públicas están siendo vigiladas por efectivos del MININT y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), algo que ha sido reforzado después de las protestas del pasado 11 de julio.
El Grupo Temporal de Trabajo dispuso realizar operaciones militares para comprobar el cumplimiento del toque de queda dispuesto cada día a partir de las 3:00 p.m.
Los inspectores de la Dirección Integral de Supervisión junto con la policía y las brigadas especiales de las FAR y el MININT serán los encargados de hacer cumplir también las medidas relativas a la restricción de movimiento, lo cual incluye operativos alrededor de las tiendas que venden en MLC, para impedir las colas nocturnas.
Según la nota del periódico Venceremos, se incrementará el servicio de vigilancia y patrullaje para detectar las violaciones a este grupo de medidas y los especialistas del MININT especializados en la atención a menores de edad recorrerán las áreas públicas para detectar a los niños y adolescentes que violen las medidas establecidas.
En estos momentos se aplica en la ciudad de Guantánamo la segunda dosis del candidato vacunal Abdala. Las autoridades piensan dar por terminada la tercera fase de vacunación en el mes de septiembre, aunque todavía se desconoce si ese fármaco es capaz de inmunizar contra la variante Delta, que actualmente circula en todo el territorio nacional y que es la más agresiva de todas.
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