LA HABANA, Cuba.- Cada vez que las autoridades financieras cubanas anuncian el Presupuesto del Estado para un nuevo año, resulta inevitable que la inquietud se apodere de los trabajadores no estatales del país, principalmente de cooperativistas y trabajadores por cuenta propia. Ello es así debido a que sobre estas figuras productivas la maquinaria del poder ejerce siempre fuertes presiones con vistas a aumentar los ingresos presupuestarios, máxime si se trata de la planificación de un presupuesto deficitario.
Eso mismo es lo que ha sucedido en estos días con el anuncio del presupuesto para el año 2022, a cargo de la ministra de Finanzas y Precios Meisi Bolaños Weiss. Se trata de un Presupuesto que tendrá un déficit de 75 827 millones 400 mil pesos. Esa será la cifra en que los gastos superen a los ingresos. Según la página web Cubadebate, la ministra, al referirse al déficit presupuestario, apuntó que “es necesario reducirlo porque es alto e impacta desfavorablemente en la inflación y los equilibrios macroeconómicos”.
¿Y de qué manera la ministra piensa reducir tamaño déficit presupuestario? Pues para ello se pretende, según la funcionaria, “identificar y lograr la recaudación de todas las reservas de ingresos; exigir e incentivar el pago periódico y voluntario de las obligaciones, bajo el principio de que aporte más quien más ingrese; así como enfrentar las conductas de indisciplina y evasión fiscal”.
Bajo el membrete de evasión fiscal, las autoridades tributarias incluyen, por lo general, a aquellos actores no estatales que al final de cada período fiscal presentan declaraciones juradas con ingresos inferiores a los estimados por dichas autoridades. Eso confirma que sobre esos actores -cooperativistas y trabajadores por cuenta propia- recaerá una vez más la presión gubernamental.
Debemos agregar que, en el caso de los cuentapropistas, las autoridades castristas han ajustado su maquinaria para lograr un control más efectivo de su gestión. Por ejemplo, para este año 2022 se les exigirá a todos los cuentapropistas la presentación de las referidas Declaraciones Juradas de Ingresos Personales. Además, todos deberán abrir cuentas bancarias para depositar sus ingresos, con el consiguiente control bancario sobre ellos.
Otra de las medidas anunciadas que podrían afectar a los trabajadores se relaciona con la proyectada reducción de gastos de personal en las unidades presupuestadas de todo el país. De esta manera habrá menos dinero para ofrecerles empleo a todos los cubanos y cubanas que acudan a esas entidades con el propósito de hallar un lugar donde laborar.
Y mientras se visualiza este paquete de medidas con vistas a aumentar los ingresos y reducir los gastos en la actividad presupuestaria, las autoridades han dado a conocer un aumento de las pensiones a los combatientes de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior “por su entrega y sacrificio durante 63 años en la preservación de la paz, la tranquilidad y la seguridad ciudadana”. Es decir, más presión sobre cuentapropistas, cooperativistas y trabajadores en general, y más beneficios para los incondicionales que han mantenido y mantienen el régimen que oprime a los cubanos.
¿Y que opina de todo esto el señor Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC), la cual dice defender los intereses de todos los trabajadores cubanos, incluyendo a los no estatales? Pues, hasta el momento, ha dado la callada por respuesta.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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