LA HABANA, Cuba, julio, 173.203.82.38 -“Animando sonrisas” es un proyecto independiente que realizan los miembros de la Red de Bibliotecas Cívicas de La Habana. El objetivo es llevar alegría, disfrute y enseñanzas a los niños de barrios marginales, como Hendaya, en La Lisa, o El Palmar, en Marianao. El proyecto también se ocupa de niños de las llamadas “comunidades de tránsito”
-eufemismo que utiliza el gobierno para llamar a los albergues colectivos a donde van a parar las personas que pierden sus casas debido a derrumbes, fuegos o desastres naturales-, como La Esperanza, en Boyeros, o al reparto Dolores, en San Miguel del Padrón.
En medio de una sociedad en profunda crisis económica, social y moral, producto del fracaso de un socialismo en bancarrota, estos niños viven en un entorno aun más desfavorecido
En estas comunidades marginales reinan la violencia intrafamiliar y otras costumbres perjudiciales para la educación cívica y la cultura urbana. En Cuba la enseñanza elemental es obligatoria y, como todos los niños cubanos, estos niños de barrios marginales deben asistir a la escuela, pero la politizada instrucción que reciben no les ayuda a desarrollarse en un medio tan hostil.
Contra todo pronóstico, y a riesgo personal, Omayda Padrón y Juan Madrazo crearon y conducen este proyecto, que animan con la fe y la confianza que les restituyen las sonrisas de los niños que disfrutan de sus actividades. Una labor que bien pudiera calificarse de lúdica y pedagógica a la vez, pero, sobre todo, raigalmente humana.
A través de historias, cuentos, adivinanzas, baile, actividades de dibujo, audición de lecturas, de preguntas y respuestas, interactuan la audiencia infantil y los animadores.
De esta manera, Omayda y Juan depositan en la mente de cada pequeño un granito de esperanza. La transmisión de enseñanzas, mediante las actividades desarrolladas en cada encuentro, al mismo tiempo que les abre una ventana al saber, impulsa en todos los niños el deseo de conocer más acerca del mundo que existe más allá del entorno desfavorable en que nacieron y están obligados a crecer.
El proyecto es totalmente apolítico, aunque estimula en los niños la formación de valores cívicos. Asimismo, interactuar con ellos en su propia comunidad proporciona un vínculo beneficioso con sus padres, en busca de mejoras en la afectividad familiar y en la creación de principios fraternales, con énfasis en la no violencia.
Aun cuando el nombre y el lema del proyecto es “Animando sonrisas”, el trabajo de Omayda Padrón y Juan Madrazo consigue mucho más que hacer sonreír a los niños de estas comunidades marginales. Más que una sonrisa, ellos les revelan la alegría y la esperanza que les corresponden por derecho natural. Y les ofrecen claves para salir adelante, a través de la bondad, el conocimiento y los principios cívicos.