BERLIN, Alemania, 2 de agosto (Agencias, 173.203.82.38) – Jens Aron Modig, el político sueco involucrado en el accidente en el que murieron los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, no se presentará el viernes ante la prensa, como se había anunciado, para no perjudicar al español Ángel Carromero, quien conducía el vehículo siniestrado, informó la agencia Efe.
“Aron Modig no podrá responder a ninguna pregunta mañana por precaución ante el proceso que está teniendo lugar en Cuba”, indicó el portavoz de la Liga Juvenil Cristianodemócrata (KDU), la formación política que preside Modig.
El presidente de la KDU regresó el miércoles a Estocolmo, tras haber salido de Cuba la noche anterior y hacer escala en otro país europeo, aunque no se dijo cuál.
La KDU anunció entonces en un comunicado en internet que su líder estaba “descansando con su familia” tras los momentos de “gran preocupación” que siguieron al “terrible accidente”. También recordó que Modig está comprometido en la “lucha por los derechos democráticos y por la libertad” y su aplicación “más allá de las fronteras de Suecia”.
El político sueco viajaba en el vehículo que conducía Carromero el pasado 22 de julio, cuando ocurrió el incidente en el que fallecieron los disidentes cubanos Payá y Harold Cepero.
Antes de abandonar Cuba, Modig desmintió ante la prensa las versiones provenientes de la propia familia de Payá y otros miembros de la oposición cubana que indican que otro vehículo se había visto involucrado en el accidente.
La versión del político sueco fue confirmada por el propio Carromero en una declaración difundida por video por el régimen de La Habana, en la que aseguró que perdió el control del vehículo y se estrelló, al parecer por exceso de velocidad.
Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, permanece retenido en Cuba y, según reveló el diario oficial Granma, “se encuentra instruido de cargo por homicidio” a causa del accidente de tráfico.
El político del PP se encuentra en una prisión de La Habana conocida como “110 y Aldabó”, en una medida cautelar adoptada por la Fiscalía cubana ante “indicios” de un delito de homicidio, según explicaron a Efe en La Habana fuentes diplomáticas.